domingo, 28 de mayo de 2023

Un día extraño

-Maia, no hagas planes para mañana; ya tengo organizada la tarde... Ese fue el mensaje que recibí de Manolo, se sentía un poco inquietante pero le di el beneficio de la duda, -¿saldremos?-, ¡sí!, quiero festejar mi cumpleaños-. No hubo hora, ni sabía el lugar, no me dijo nada.
Al día siguiente y entrada la tarde, Manolo llegó radiante, se le veía una mirada divertida, subí al coche y de inmediato sacó un antifaz, lo colocó imposibilitando mi visión, la situación se estaba volviendo  extraña.

Condujo por cerca de una hora, cuando se detuvo me advirtió que no retirara el antifaz, me ayudó a bajar y me guió hasta la entrada de una casa o local, intenté mantener la calma pero tanto tiempo cegada me estaba provocando dolor de cabeza, saludó a una tercera persona, se sentía por los movimientos y había un perfume diferente, definitivamente, era un hombre, fueron discretos y omitieron algún sonido que pudiera delatarlos, caminamos por algunos minutos y en algún momento, Manolo me empujó suavemente quedando él detrás, al quitarme el antifaz no podía creer lo que veía. 

Delante de mí había una amplia habitación roja con incontables artículos en las paredes, en la línea focal y colgando de perchas de siluetas femeninas había una impresionante variedad de disfraces, de esos que no dejan nada a la imaginación, al costado y colgados ya sin envoltura se encontraban los disfraces listos para ser probados y al fondo una mampara de cristal templado; y para terminar la singular habitación, frente a todo eso, una poltrona (quizás imitación).

-Maia, quiero que me complazcas y te pruebes algunos disfraces que yo escogeré-. -está bien, solo los probaremos, ¿si?-, -bueno no, el plan es llevarnos algunos-, -¿más de uno?-, -¡sí, cariño!, eso he dicho-, le hice una indicación con la mano para que fuera a escoger y volvió con los que había imaginado, sí, a veces resulta muy predecible, enfermera, sirvienta, colegiala, mujer policía y conejita. -¿Seguro?, - ¡seguro!, -está bien, pero quiero los de paquete, no probaré esos que ya han sido usados-, -¡son los de muestra! se aventuró a decir el encargado, -probaré los de paquete-... Se hizo un silencio, momentos después el encargado volvió con los paquetes.

Me quedé pensando, o quizás tratando de asimilar todo lo acontecido y sin entender por qué los hombres tienen esa extraña fijación con los disfraces o vestimenta formato prosti...

jueves, 25 de mayo de 2023

Cambio de planes

🎼 🎶

Había programado un día de tiendas en solitario, organicé todo para tomarme el día libre, sabía que algo estaba olvidando, esa sensación la había tenido desde la noche anterior y parte de la madrugada, quizás por eso es que desperté tarde, alrededor de las nueve estaba cerrando la puerta. Decidí desayunar en alguna parte del camino, al darme la vuelta, Manolo me saludó entre efusivo y preocupado y lo primero que salió de su boca mientras me tenía abrazada -¡No contestas mis mensajes, no respondes mis llamadas, me tenías preocupado!-.

Inspiré hondo, mis planes empezaban a desmoronarse, intuyo que Manolo se dio cuenta porque volvió a susurrar, -Maia... ¿acaso olvidaste nuestros planes?-, evidentemente sí, porque ni en ese momento los recordaba, -eso creo- respondí mientras observaba su rostro buscando la respuesta, -está bien, eso puede esperar, te acompaño a donde vayas, tengo el día libre y lo importante es pasarlo juntos-, en ese momento recordé que sí, que habíamos organizado ese día un viaje corto para ir a buscar algunos vinos, comer y en definitiva, pasar el día en forma diferente.

Después de desayunar llegamos a la primer tienda de ropa, me llamó la atención un vestido amarillo con pequeñas flores en tonos tenues, tenía un poco de vuelo y en la parte superior un lazo que abrazaba la parte posterior del cuello, esto dejaba un hueco lo suficientemente amplio para probarlo por encima, solo pasando la percha detrás de la cabeza. Lo subí a la altura de Manolo e intente llevarlo detrás de su cuello y así ver de lejos la caída del vestido, él trató de oponerse, alegando que era una prenda femenina; yo traté inútilmente de convencerle de lo absurdo que es tratar de diferenciar sexos que en sí ya están diferenciados. 

Él seguía negándose y miraba de forma discreta para todas partes, la tienda en esos momentos tenía una cantidad considerable de clientas y quizás se sentía intimidado. Abusando un poco de su bondad logré ponerle el vestido, como es muy alto y se ponía rígido forcé la percha en la parte trasera de su cabeza, le quedaba algo estrecho y quizás sin ninguna intención lo había lastimado, noté la vena que le sobresale cuando presiona la mandíbula sí, definitivamente, debí hacerle mucho daño porque cuando salimos de la tienda no hacía más que repetir. ''Solo el amor convierte al hombre en un perfecto imbécil''.

Llegamos al coche, guardó las bolsas en el maletero, cerró y se reclinó un poco, el día se venía largo. Me acerqué a él, puse mi cuerpo en su cuerpo, mi espalda se pegaba a su pecho y susurré casi para mis adentros, -''Siente cómo se ondula suavemente mi cuerpo, ahora imagínalo ardiendo entre tus dedos mientras te beso...''- su respuesta fue inmediata.
Sí... definitivamente, tenía que recompensarlo. 

miércoles, 24 de mayo de 2023

La primera vez

Mi primer coche... ¿Quién no recuerda el primer coche comprado con el primer aguinaldo y quincenas ahorradas por dos largo veranos e inviernos?.
Era un pequeño cacharro azúl marino, estándar y con dirección hidráulica precaria, era pequeño y pesado para manejar.
Recuerdo lo poderosa que me sentí al montarlo... "Mi nave".
Duró conmigo relativamente poco, algunas horas, me hubiera gustado al menos llegar a mes.

Fue tan sencillo comprarlo. Conocí a un hombre de veintitantos que lo estaba vendiendo, traía un signo "$" seguido de un "informes aquí". Pagué en efectivo -era la unica forma de pago que conocía-, condicionado que lo llevaría a la puerta de casa de mis padres, pagué y confié en un desconocido. Esa tarde ya me lo estaba entregando; y como regalo le había llenado el tanque de gasolina -dijo que lo hizo para agradecer mi confianza -.

La mañana siguiente, el primo Oscar quiso enseñarme a manejarlo, él era mayor, tenía diecinueve años, sí, lo sé, ¿Quién compra un coche sin saber manejar?, en mi defensa diré que tenía catorce años.

-Esto es lo que tienes que saber. Palanca de velocidades, embrague, freno y acelerador-. Ahora repite para saber que lo has aprendido... -Palanca de velocidades, embrague, freno y acelerador-. Se bajó del coche y desde la ventana me dijo, -Ve al centro, esa es tu prueba de fuego -., Así lo hice, me fui a la buena de dios; y cuando veía que detrás venía varios autos me detenía temblando. Cuando por fin llegué me di cuenta que a mi primo se le olvidó decirme cómo estacionarme, di vueltas y vueltas hasta que encontré una calle vacía, empecé a orillarme y fui bajando la velocidad hasta quedar al inicio, me sentía feliz porque creí que estaba bien aparcada, al descender me di cuenta que casi estaba a mitad de la calle, más vueltas hasta quedar pegadita a la acera.

Y de regreso... ¿El coche tiene luces? ¡Por supuesto!; Y ahora, ¿Cómo se encienden?, eran las siete cuando volvía a casa con un coche al que no le encontré el apagador, recorrí veinte kilómetros en dos horas y con varios comentarios... "¡Niña, mejor ponte a lavar los trastes!".

Al llegar mis padres ya me esperaban molestos, afortunadamente la calle estaba vacía y pude aparcar, fui a detenerme varias casas más adelante, mi padre levantó la mano "llaves", no lo volví a manejar.

Años después me enteré que a mi primo le prohibieron hablarme. Murió joven, curiosamente en un accidente automovilistico, iba con su esposa y sus dos hijos.

(Yo aún trato de entender qué pasó en todo ese día, empezó a las diez que estaba con mi primo, a las once ya estaba de camino al centro, solo fui y vine y se dieron las nueve).

domingo, 21 de mayo de 2023

Un día más

Es temprano, aún así, la luz entra a raudales por la ventana, intento desperezarme y bajar la persiana tratando de atenuar el impacto cegador. Llevo un lazo en la cabeza atando los cabellos y en la mano derecha el móvil encendiendo, camino descalza hacia la cocina, me preparo un té mientras intento leer los mensajes. El fin de semana me desconecté de todo y el precio es el bloqueo del móvil por la cantidad de mensajes sin leer, lo dejo de lado mientras carga y disfruto del té y así suspendo mi mundo. 

Un mensaje de Clara Rey, tres, diez, treinta y siete, escucho con atención uno a uno que van desde una súplica hasta un ''me quiero morir'', está asustada -¡Maia, me llevarán presa!-. Inspiro tan hondo que duele, llevo diez años batallando con los nervios e intensidad de Clara, le he explicado de todas las maneras que todo están en regla, pero en momentos se vuelve aprensiva, -Clara, todo está en regla, déjamelo a mí-.
Rato después y antes de volver a la ciudad, frente a la puerta, me despido de esta quietud y belleza.

viernes, 19 de mayo de 2023

Amanece

La lluvia se ha detenido y solo dejó un pequeño goteo que escurre de los tejados. El sueño ha sido liviano, empiezo a sentir el cansancio en mi cuerpo, el silencio fue interrumpido por los ruidos extraños; y todo se volvió parte del duermevela; y conforme se debilita la noche, el fresco que llega desde la ventana me incita a desenredarme de las sábanas y salir a la terraza, envuelta en una manta ligera... y disfrutar de ese instante en el que el día y la noche se besan y dan paso al cálido rey. Los pájaros cantan, los árboles sacuden sus ramas expulsando el exceso de gotas de lluvia... 
¿Un café?, ¿o quizás un té?...

miércoles, 17 de mayo de 2023

Hablemos

Esa noche hablando con Manolo, él no dejaba de observarme, es la primera vez que me sentí acorralada por su mirada. Sé que quería una continuación a la charla que habíamos tenido días antes y esperaba que diera el primer paso... ¿qué podía hacer?. 

-Sí, es cierto, me encantas, lo disimulo porque no quiero que creas que me tienes bajo tu dominio-, sonrió. -No, mujer, sería insensato pensar siquiera algo aproximado- (pausa) -pues eso, que aunque me gustas mucho no creo en el amor irracional-, -tampoco yo-, me quedé observándolo, intentando aproximarme más a esa forma que tiene de analizarlo todo, 

-Maia, si permito que hagas y deshagas conmigo, que experimentes o desarrolles todas tus ideas no es de forma irracional, soy consciente de tu potencial y quiero explorarlo contigo. -¿Estás seguro?-. como respuesta cogió mi abrigo y me ayudó a ponermelo y antes de que me diera cuenta ya me estaba guiándo hacia la puerta, -anda, vamos pues a conocer ese bar gay, pero Maia, no te aseguro que regrese virginal-, echó la cabeza atrás al tiempo que soltó una sonora carcajada y salimos de ahí.

Ya en el coche. ¿Y dices que te gusto mucho?, mmm; ya lo presentía...

lunes, 15 de mayo de 2023

Confía en mí

Sucedió el fin de semana, estábamos Lucy y yo enviándonos mensajes, cada una de sus respuestas me dejaba pensando, empezaba a elucubrar y miraba a Manolo, luego volvía mi concentración en la pantalla, eso se repitió en varias ocasiones y así pasaron unos minutos, al terminar de hablar con Lucy apagué el móvil y me acerqué a Manolo, le extendí la mano y lo invité a seguirme, -¿Hablabas de mí?-, no tenía la intención de responder a su pregunta, lo conduje a la cocina y le indiqué que se sentara mientras, me dispuse a preparar su desayuno. 

-Te prepararé algo especial-, desabotoné el vestido, no todo, solo un par de botones, me acerqué y le puse delante un plato con fresas robustas y rojas. -Manolo, hoy empiezas la dieta de las fresas-. -¿Dieta?, ¿estás bromeando?- Maia, ¿has visto mi altura?, ¿mi peso?, no puedes pretender que haga una dieta. -Manolo, ¡harás una dieta!, pero descuida, no es para bajar de peso, tampoco te mataré de hambre, solo comerás cada mañana por siete días una porción generosa de fresas y seguirás tu rutina normal, -Maia, ¿cuál es el fin?-, -Oye, confía en mí; y por cierto, tampoco podrás tocarte, pero descuida, tendrás tu recompensa-.

Pasados los siete días, una mañana lo abordé antes de salir de casa y pude comprobar que sí, en efecto, el sabor y la textura cambian, -¡Vístete, cariño!-, me puse en el móvil y le envié un mensaje a Lucy, -Amiga, tenías razón-, Abracé a Manolo (no pretendía que se sintiera usado) y antes de despedirnos le dije, -Por cierto, esta semana empezamos con tomate- sonrió y desde la puerta me dijo; -Yo me sacrifico, Maia, experimenta conmigo todo lo que quieras-.

viernes, 12 de mayo de 2023

El Extraño

Me alejo de la ciudad mientras el sol se esconde. Y cuando lo hago, observo por el retrovisor el bullicio de las calles y los pocos espacios que quedan en silencio. Me detengo en la última tienda al borde de la carretera. El sol casi desaparece y poco a poco el camino se va cubriendo de sombras, son como un animal armónico que todo lo envuelve; y dentro de esa oscuridad que va surgiendo se hace audible lo invisible, como esos besos ocultos detrás del mostrador mientras la mujer del tendero ajena a lo que pasa limpia una de las mesas. Me siento y mientras bebo una taza de té reviso el móvil y leo un mensaje ¿equivocado?.

''Estoy enfadado. Y lo sabes. Entonces, cuando llegues a tu casa; y antes de hacer cualquier cosa, empezarás a deshacerte de cada una de tus prendas hasta quedar desnuda, desnuda y excitada. Llegarás a la bañera, templarás el agua y te colocarás con las piernas abiertas justo debajo del chorro. Y dejarás que el agua tome el control de tu sexo; y cuando lo haga gemirás hasta quedar ronca; y entonces pensarás en mí y suplicarás que mis labios entibien tus labios mojados, que besen, que laman, que muerdan toda tu intimidad; y mi lengua penetre hasta el fondo; y tus labios estallen en pequeñas y múltiples muertes. Desnuda, mojada y agotada saldrás de la ducha, te secarás y vestirás; y tendrás esa reunión que has programado por videollamada, estarás serena pero tus ojos delatarán esos momentos de placer''.
El Extraño

(Sonrío para mis adentros. Y pienso, ¿qué sucede con Manolo?, ¿en verdad cree que por cambiar su número del móvil no lo reconoceré?).

Respuesta:
Hola El Extraño, para eso tendrías que venir tú y prepararme la bañera...

jueves, 11 de mayo de 2023

La hora mala

El coco, El ropavejero, La llorona, La mujer caballo, La mujer del puente, La española, la china poblana, son algunas de las leyendas que corren de boca en boca por la ciudad, hay algunas que sobresalen por tener una connotación religiosa, como La hora mala de las almas malas.

Mi madre es una mujer religiosa que se toma muy en serio la palabra de dios.
Cuando era niña y tocó mi turno, una noche de luna mi madre apagó las luces y se sentó en mi cama, encendió una escuálida vela blanca y me contó sobre la hora mala que se sucede de las tres a las tres cincuenta y nueve de la madrugada. Me dijo que en la hora mala, las almas malas te observan y hacen lo imposible por quedarse con tu alma. Son cincuenta y nueve minutos en los que no debes bajarte de la cama, encender la luz, tener un mal pensamiento o mirar por la ventana. No soy supersticiosa, tampoco religiosa, pero en algún momento y entre el sopor de la noche no son muy claros mis pensamientos.

Decididos a tomar unos días de descanso, Manolo y yo nos fuimos a un pueblito cercano, equino, de cata, rapel, etc..
-Cerraré la persiana
-Déjalas, la noche está preciosa, mira esa luna, ¿luna llena?, Manolo, ¡es luna llena!.
-Sí, la veo, Maia
Horas después desperté sobresaltada, Manolo me preguntó -¿Qué pasaba?
-Soñé muy feo
-Que soñaste?
-Me querían robar mi alma
-¡Tranquila,!; yo te cuido
-Estaba asustada, corría hasta quedarme sin aliento, las almas malas venían detrás de mí, me acorralaban y sin dejar de mirarme empezaban a acercarse más, gritaba por tu ayuda y tú muy cómodo en tu lado de la cama, hasta sonreías, ¿Por qué eres así?, ¡No te importo!, me has dejado sola.
-Discúlpame, me quedé dormido
-Si, claro y mientras yo corría peligro, quiero ir al baño 
-Te acompaño 
-Veo la hora en el móvil, 3:15 am
-No, no puedo levantarme, es la hora mala
-¿Cómo?
-De las 3:00 a las 3:59 am es la hora mala, no me voy a arriesgar a que se roben mi alma
- Yo te acompaño, no tienes nada que temer
-No lo haré 
-Un rato después  se dan las cuatro.
-Ah bueno, ahora sí voy al baño
-Te acompaño?
-Noooo, ¿Cómo se te ocurre?; ya soy una adulta, además, las almas malas ya se fueron.

Sí, lo sé, son vestigios de una educación persignada y extraña.

miércoles, 10 de mayo de 2023

El camino del olvido

🎼 🎶

Con Guillermo el plan nunca fue tan estructurado. -Avísame cuando tengas tiempo y organizamos algo-. La emoción no se hacía esperar, para el día siguiente ya lo tenía todo arreglado y estaba lista para verlo. Llegaba puntual, esa era su mejor carta y siempre me decía, -estoy aquí, Maia, toma el tiempo que necesites; ¡yo te espero!-.

Con él se pasaban los días sin darnos cuenta, íbamos de un restaurante a un bar, de un bar a un antro, de un antro a una reunión con amigos;  de ahí a aparcar el coche en cualquier calle tranquila o sentarnos en una banca en el parque a charlar... charlar infinitamente. Y entre ese abrazo de bienvenida y el de despedida no se notaban las catorce horas o más que habían transcurrido, al contrario, nos faltaba tiempo.

No negaré que hubo momentos en los que la barrera de la amistad cedió debilitada por el deseo; ¡Y hubo besos!, apasionados y locos, después del impulso volvíamos a ser los mismos, como si nada hubiera sucedido. Afortunadamente mi corazón se sabía contener y era imposible que detectara la arritmia que me provocaba su cercanía, de él sí me daba cuenta de la alteración que sentía porque sus mejillas se encendían, e iban de pálido a un rojo pasión, sus ojos se transformaban en una línea horizontal, tan oscura, que podía perderme en ellos. ¿Qué tenían esos besos que me hacían tan adicta?, intuyo que el saberlos prohibidos jugaba un papel importante en las emociones.

Éramos amigos, más que amigos, éramos dos cuerpos y un solo ente, llegamos a pensar que habíamos nacido carentes de una pieza que nos hiciera funcionar correctamente hasta que la descubrimos en el otro, imposible dar paso a algo que fuera más allá, si no funcionaba arruinaríamos nuestra amistad, por ese motivo no tuvimos el valor de aventurarnos. Ahora y después de analizar todo lo que ha ocurrido, no sé si valió la pena cuidarla tanto si al final no la pudimos conservar; y ese mensaje...

De pie frente a la ventana contemplo con parsimonia el chat, "¿Eres feliz" -.
Qué clase de pregunta es esa, no logro comprender cuál es su intención -... Inspiro pausadamente mientras sujeto la taza de café -ahora frío- y apago mi mente a su recuerdo. El corazón en algún momento se cansará de recordarlo -o extrañarlo-.

¡Guillermo!... ¡La madre que te parió!...

lunes, 8 de mayo de 2023

(In)Oportuno


Detrás de la ventana observo el horizonte mientras juego con el café que tengo entre las manos, dubitativa en abrir o no el mensaje que acaba de llegar. En este momento no hay tiempo entre aquella última conversación y ahora, solo el silencio. Los minutos pasan, largos, dolorosos... Recorro el pasado, lentamente.

viernes, 5 de mayo de 2023

Revelaciones

 

Habíamos salido en parejas, Marcela hablaba todo el tiempo con Manolo comiéndoselo con los ojos; yo apoyaba ligeramente la espalda en el pecho de Manolo y me centraba en el show y mi bebida, él a su vez rodeaba mi cuello con su brazo, su mano caía con suavidad en mi pecho, de vez en cuando, Marcos dejaba su móvil e intentaba llamar la atención de Marcela -sin mucho éxito-.

Estábamos en las mesas de adelante del bar, la música se sentía bombeando nuestros corazones. En momentos Manolo se movía hacia mí con cierta incomodidad; yo sentí curiosidad por saber de qué hablaban y lo primero que escuché fue que Marcela le decía; ''Y después de cada polvo buscamos el siguiente, Manolo, tú y yo deberías probar la sexualidad alternativa, disfrutaríamos como locos''. Moví un poco mi cuerpo mientras miraba con atención a Marcos que estaba detrás de Marcela pero focalizando mi atención en la conversación de ella.

Manolo se giró hacía mí y sin dejar de mirarme le dijo: ''Todo lo que necesito lo tengo aquí, con Maia''.

Fue la primera vez que vi en Marcela una mirada de ira.

martes, 2 de mayo de 2023

Decisiones

Recuerdo que había conocido a un hombre en línea, nos entendíamos tan bien que mantuvimos contacto por varios meses, los suficientes para que un día fluyera dar un paso más. Yo quería pero seguía indecisa de introducir a un extraño a la intimidad de mi hogar, así fuera sólo por cámara, así que acepté como principio usar solo el audio. La primera vez que escuché su voz, recuerdo que brotó mi comentario sin ningún interés en detenerlo -Que adorable y varonil voz tienes, Félix -.

Los días siguientes me dieron la confianza de hacer videollamada. En varias ocasiones que hablé con él, Manolo rondaba por ahí sin acercarse, respetando mi espacio, en esa primera vez de la videollamada, Manolo salió al jardín; yo seguía indecisa y como excusa puse que estaba en pijama, un rato después acepté.

Al permitir la cámara, lo primero que vieron mis ojos fue un hombre muy masculino, como esos vaqueros del viejo oeste, ojos pequeños, nariz alargada, labios delgados, mandíbula cuadrada, al descender por su cuerpo pude notar lo grueso de su cuello, su espalda amplia reduciendo por su torso, imaginé una cintura estrecha, vientre plano, glúteos generosos y piernas largas y gruesas, en esos momentos que daba forma mental al resto de su cuerpo había vuelto la vista a su rostro, él sonreía y yo le regresaba la sonrisa, -¿Quieres ver más?, ¡me gusta exhibirme!-, no dije nada, echó la silla atrás, se levantó y pude ver que mi percepción era correcta, era un hombre agraciado.

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Lo que desees
Lo haré pero antes dime, ¿Ese es tu pijama?

Asentí al tiempo que voltee a verme el pijama de dos piezas, pans y top blancos en tela camisera, -muy básico-, luego volví la vista hacía él, vestía un babydoll negro de encaje y transparencias en forma corazón y con un poco de vuelo, una tanguita que milagrosamente escondía su sexo y detrás se introducía en la división de su hemisferio norte y sur.

¡Soy Félix!; y presiento que nos llevamos muy bien...

lunes, 1 de mayo de 2023

Por una mirada

Llegué a la cafetería de siempre, la que tiene mesas redondas y reducidas, la luz es suficiente, sin ser abrumadora, los pisos son de concreto abrillantado y las paredes blancas, es un lugar íntimo y solitario. Me coloqué al fondo, estaba sola y con una taza de café envuelta entre las manos.

El extraño entró silencioso, levanté la vista y fijé mis ojos en los suyos, de soslayo me di cuenta que vestía casual en tonos marrón, todo haciendo juego, sus pasos eran lentos, parecía distraído o absorto en sus pensamientos. Sostuve la mirada unos segundos, el tiempo suficiente para que notara mi presencia, al darme cuenta que volteaba hacia mí, volví a centrarme en mi café e hice un ligero movimiento de cabeza, sabía que me observaba y estaba segura que su atención ahora estaba conmigo y haría todo lo posible por acercarse. 

El extraño se había sentado en una mesa al extremo izquierdo, pensando quizás que así al voltear le confirmaría que también estaba interesada. La red estaba echada, no intenté cruzar la mirada con la suya, solo estuve ahí, esperando mientras degustaba mi café.

Con una sola mirada había captado su atención, ahora estaba atento a mis movimientos, lo noté porque él tenía que mover su cabeza hacía mi dirección; yo, al tener una vista más amplia, lo observaba sin que se diera cuenta, no pude evitar un ligero movimiento en los labios, casi como una sonrisa.

Se levantó sigiloso, se acercó despacio y fijando sus ojos en los míos -que ahora lo veían- me dijo bajito. -¡No quiero molestar!, ¿me permites presentarme?, -asentí- mi nombre es Manolo y me gustaría sentarme un momento contigo...

Si le preguntas, dirá que fue él quien dio el primer paso...