Sucedió el fin de semana, estábamos Lucy y yo enviándonos mensajes, cada una de sus respuestas me dejaba pensando, empezaba a elucubrar y miraba a Manolo, luego volvía mi concentración en la pantalla, eso se repitió en varias ocasiones y así pasaron unos minutos, al terminar de hablar con Lucy apagué el móvil y me acerqué a Manolo, le extendí la mano y lo invité a seguirme, -¿Hablabas de mí?-, no tenía la intención de responder a su pregunta, lo conduje a la cocina y le indiqué que se sentara mientras, me dispuse a preparar su desayuno.
-Te prepararé algo especial-, desabotoné el vestido, no todo, solo un par de botones, me acerqué y le puse delante un plato con fresas robustas y rojas. -Manolo, hoy empiezas la dieta de las fresas-. -¿Dieta?, ¿estás bromeando?- Maia, ¿has visto mi altura?, ¿mi peso?, no puedes pretender que haga una dieta. -Manolo, ¡harás una dieta!, pero descuida, no es para bajar de peso, tampoco te mataré de hambre, solo comerás cada mañana por siete días una porción generosa de fresas y seguirás tu rutina normal, -Maia, ¿cuál es el fin?-, -Oye, confía en mí; y por cierto, tampoco podrás tocarte, pero descuida, tendrás tu recompensa-.
Pasados los siete días, una mañana lo abordé antes de salir de casa y pude comprobar que sí, en efecto, el sabor y la textura cambian, -¡Vístete, cariño!-, me puse en el móvil y le envié un mensaje a Lucy, -Amiga, tenías razón-, Abracé a Manolo (no pretendía que se sintiera usado) y antes de despedirnos le dije, -Por cierto, esta semana empezamos con tomate- sonrió y desde la puerta me dijo; -Yo me sacrifico, Maia, experimenta conmigo todo lo que quieras-.
Que entregado es Manolo y que curiosa eres tú Maia, aunque el tomate es ácido, prefiero las fresas robustas y rojas.
ResponderBorrarBesos dulces y dulce noche.
¿Por qué soy curiosa?. Sí, el tomate es ácido pero la experta es Lucy; y quién sabe, quizás salga algún recetario.
BorrarComo corderillo...
ResponderBorrarSe me ha derramado el café al leer tu comentario...
BorrarSiento el desliz por tu parte; ya sabes, lavadora.
Borrar¿Lavadora?, ¿Con la ropa puesta?...
BorrarCuidado con el centrifugado.
BorrarTouché :))
BorrarHay algo que se me escapa.... ¿lo de desabotonarte dos botones, es por algo concreto? :D
ResponderBorrarHacia calor, Joaquín, aunque también pudiera ser un distractor, por aquello de evitar preguntas.
BorrarEsa sí que es una buena dieta.
ResponderBorrarÉl no puede quejarse, me ocupo de su salud.
BorrarBueno, vamos probando, TORO.
BorrarIntuyo ahí nuevos horizontes de gastronomía...
ResponderBorrarIntuyes bien, exploraremos esos terrenos misteriosos.
BorrarSospecho que lo de desabotonar el vestido fue como recurso persuasivo.
ResponderBorrarProcediste como una investigadora empírica, siendo parte del experimento.
Besos.
Sospechas bien. Si lo mando si matadero he de acompañarlo. Otro para ti.
Borrares importante dar un abrazo, pero algo me dice que a Manolo tampoco le importaría mucho saberse utilizado ;)
ResponderBorrarTan sensibles que son los hombres no quise arriesgarme a que se sintiera así, aunque en momentos también lo llegué a pensar :))
Borrarambos siguen una dieta a su modo; lo bueno es que quedan satisfechos de ella.
ResponderBorrarsaludos.
Estamos explorando nuevos horizontes, DRACO, vamos probando, ensayo-error. Saludos.
BorrarEso sí parece un intercambio justo. Sacrificio con recompensa es menos sacrificio. Y en la psicología masculina esa recompensa es más que suficiente.
ResponderBorrarLa psicología masculina no es nada compleja y es muy agradable.
Borrar