domingo, 27 de agosto de 2023

Un día que quisiera borrar del calendario


Esa tarde fuimos a comer, la vi cansada, parecía que los pasos que daba los hacía con miedo, o quizás con mucho dolor, me preocupé y le pregunté por su embarazo, dijo que tenía una cita médica a las ocho, me ofrecí a acompañarla y rompió en llanto, el tiempo que llevo de conocerla rara vez la he visto como ahora.

Por los datos que ofreció al médico, éste le dijo que lleva tres amenazas de aborto, que no debería estar caminando y que su embarazo es de mucho riesgo, que puede morir desangrada, que el bebé no se colocó donde debería; y que no puede levantarse de la cama ni siquiera para ducharse.

- ¿Qué podemos hacer, doctor?, casi fue una súplica de ayuda, él me miro compasivo, creyendo que somos pareja; y luego sentenció... 
- Es un riesgo innecesario para la señora, es poco probable que lleve a término su embarazo, lo siento-...
- ¡No lo diga, por favor!, musito sin mucha energía, Marce
- Tranquila, saldremos adelante, ¿está bien?,  me abrazó con fuerza.

¡Jo!, este día es... ha sido... fue...

viernes, 25 de agosto de 2023

Amanecer

🎼 🎶

Tuve una cena improvisada anoche, divertida, estrafalaria, con gotas de locura como hacía tiempo no sucedía.

Y es que a veces es necesario pausar tu mundo y alternar para el disfrute. 

Hoy he despertado con ellas revoloteando a mi alrededor; y ha sido uno de los mejores amaneceres (en mucho tiempo).

¡Acompáñanos!, 
¿Café?
¿Té?
¿Vino tal vez?

miércoles, 23 de agosto de 2023

Como debe ser

Llevábamos discutiendo casi una hora; y en ese tiempo no lográbamos ponernos de acuerdo. Marcos (el marido de Marcela) recorría la cocina de un extremo a otro (no es muy grande, unos 6x6, llegaba pronto), y mientras lo hacía, se llevaba las manos a la cabeza y con los dedos echaba sus cabellos para atrás.

Se veía agitado / Se veía cansado, pero no daba un paso atrás (y yo tampoco). En momentos volteaba con Marce y mientras la miraba con ojitos de piedad le decía, - ¡Ayúdame!- Marce se reía, levantaba los hombros e ignoraba su súplica. 

- A ver, Marcos, explícame (según tú) esta discusión
Marcos volteó, entrecerró los ojos, como tratando de leerme  
- ¡Ah, no, no, no, definitivamente no!, (lo dijo estrujando sus cabellos ahora con más fuerza), me estás poniendo una trampa, no lo haré, hazlo tú y yo estaré de acuerdo.
- ¡Como debe ser! (dijo desde el otro extremo Marce)

A estas alturas no sé cuál fue el motivo del debate pero, ¿acaso importa?.

lunes, 21 de agosto de 2023

Un café por la mañana

Me desenrede de su abrazo, bajé de la cama y caminé pensativa hacía la ducha. Al salir me vestí, me acerqué y le di un beso; y antes de llegar a la puerta me giré y le pregunté: - ¿Por qué yo?.

Él seguía perezoso entre las sábanas, me miró con la ternura reflejada en sus ojos y me contestó; - Siento atracción por las personas inteligentes y divertidas; y que logran hacer brotar mi lado perverso, ¿ por qué tú?, ¡porque me gustas!.

Sonreí...

Crucé la calle y entré en la cafetería, pedí un café negro y me quedé observando con desgano los panecillos tan azucarados. Llegó detrás y se abrazó a mi cuerpo, - ¡Que sean dos!, acurruqué mi cabeza en su hombro... 

- ¿Por qué has tardado tanto?.

miércoles, 16 de agosto de 2023

El hombre enigmático

Mi mirada asciende en la parte izquierda de la pantalla, se detiene en la hora, son las diez con catorce minutos, analizo el último mensaje, me detengo; y me cuestiono (como siempre) si es viable bromearlo un poco, o me limito por su sobriedad, luego recuerdo su suavidad y su forma de tratarme y respondo a su mensaje jugando un poco con las palabras, su respuesta me hace sentir que está relajado... y tanto.

Me acerco al rojo sofá, me envuelvo con los cojines y me dejo ir, coloco los pulgares en el teclado del móvil, a punto de escribir los observo, recuerdo cuando por descuido conoció este dedo que es el más regordete del resto (al igual que su vecino de la otra mano); y cómo lo detalló... Su delicadeza para detectar esas pequeñas cosas que se me escapan lo vuelve enternecedor y peligroso. 

Respondo a su siguiente mensaje, incluso ahora que lo he enviado no puedo detener las dudas, me pregunto por qué me siento vinculada con el hombre enigmático, por qué, a la vez me asusta y me provoca, por qué parece tan lejano y conmigo mantiene una vía de comunicación intacta; y tan estrecha. Le he mencionado que no puedo dormir.

¿Quieres que vaya a ayudarte?... su mensaje tarda casi un minuto en iluminar la ventana de la conversación. Sé que está sonriendo, (lo percibo) y le devuelvo la sonrisa, desde el móvil puedo notar su respiración elevándose; y el corazón latiendo contra sus costillas... tan fuerte.

En la mesita de arrimo hay dos copas; y dos botellas, una de vino tinto para él y para mí una botella de agua... Y el rojo sofá aguardando su llegada.

viernes, 11 de agosto de 2023

Evocación

🎼 🎶

Me tiendo en el rojo sofá de la estancia, la copa de vino descansa en la mesilla de arrimo, tomo uno de los libros que tengo apilados, lo abro en cualquier página e intento leer... y me viene tu olor, me llega a través de la ventana. 
Reconozco el momento, lo he aplazado tanto; y por tanto tiempo... cierro el libro; y el sonido define tu silueta al lado de mi cuerpo, no puedo evitar contemplarte...

Y suspirar dentro de tus sombras...

martes, 8 de agosto de 2023

Dentro de todo una buena noticia

🎼 🎶

-La cosa va de parejas, anímate y ven, no es una fiesta, solo es una reunión de revelación, dijo Marce. 
-¿Revelación?. 
-¡Sí!, revelación; ya te enteras cuando vengas ¡acompañada de algún masculino!. Lunes a las cuatro; y Maia, no vengas comida. Se escuchó una sonora carcajada, no seguí el juego y colgué.

Lunes al medio día, había parado a comer mi primer bocado del día, eran alrededor de las dos y seguía indecisa en ir donde Marce. Conociendo sus gustos extravagantes; y recordando la última vez que había ofrecido a sus invitados sushi y sashimi servido en cuerpos femenino (nyotaimoro) y masculino (nantaimori), esto, para evitar críticas como hacer pasar a la mujer como objeto de diversión, así, (según dijo), la balanza estaba nivelada, preferí comer algo antes de presentarme en su casa.

Al llegar, me extrañó verlo todo de lo más normal, sin sorpresas ni excentricidades. Llegué acompañada de un amigo de la infancia, dentro del grupo era el de más edad, no cabe duda que a los hombres (muchos de ellos, la mayoría de ellos, todos ellos) les asienta la madurez, Marce se acercó y se unió a la conversación, traía en su mano derecha un vaso, hielos y agua, en la otra una botella de Rioja e iba rellenando las copas vacías. Toqué su mano... ¡Marce...!, todo quedó claro, sonreímos y nos abrazamos. Llegado el momento, el pastel venía en su interior con un precioso color rosado...

Manolo paseaba despacio alrededor nuestro, se paró frente a nosotros, elevó su copa, inclinó ligeramente su cabeza sin dejar de mirarme y esbozó una sonrisa...

¡Jo!, no pude evitar recordar lo bien que se estaba a su lado...

viernes, 4 de agosto de 2023

Atrevimiento

Detrás de la ventana y a través de la cortina veo la farola que alumbra parte de la noche, su luz es cálida, sin mucha fuerza, me ofrece el paisaje como si fuera una postal antigua, luego observo el cuadro que he colocado en la pared contigua, es la figura de parte de la espalda de una mujer que admira el horizonte, ondea su cuerpo una túnica semitransparente y deja al descubierto la redondez del pecho del lado izquierdo, no demasiado como para mostrar su pezón. Eso fue parte de la restricción autoimpuesta por la pintora que me recomendó Marcela

Recuerdo cuando me la presentó y le dije lo que quería, se puso nerviosa y me respondió que ella solo pintaba flores, a veces las olas y el beso con el horizonte; y ahí fue donde sonreí, - ¡Excelente!, el mar, el horizonte y una mujer semidesnuda admirando su belleza -.

La pintura quedó tan perfecta, que desde ese momento, Eunice incluyó en su amplio repertorio de flores y canastas figuras sutilmente expuestas, con el paso del tiempo, su pincel elevó el atrevimiento y ahora ha pintado un cuadro del torso (y un poco más) de un hombre, un hombre sin rostro propio, porque al observarlo te haces consciente que puede ser uno, o pueden ser todos.

Al final del día, estoy sentada en el rojo sofá, (mi favorito), con una copa de vino e imaginando cómo se verá la nueva pintura en mi habitación.

miércoles, 2 de agosto de 2023

Todo sucedió

De regreso de mi viaje; y después del primer mensaje de mi hermana, me detenía en cada estación a revisar el móvil, son siete u ocho de distancia hasta mi hogar. En la segunda me llegó el primer mensaje, en la quinta el segundo.

Mis nervios estaban a full cuando, acercándome a la quinta caseta empezó a vibrar el móvil, al pagar pregunté a la señorita dónde podía localizar la tienda de autoservicio y/o los sanitarios, quería usar el estacionamiento y centrar mi atención en el móvil, me indicó que dos kilómetros adelante los encontraría; y mientras hablaba con ella me seguían llegando mensajes que, por no saber su contenido me empezaban a estresar. Justo esa caseta tiene una línea amarilla, en la que está prohibido estacionar, pero no hay nadie que te impida hacerlo.

Me detuve después de un tráiler, detrás de mí llegó una camioneta despistada, tarde se le hizo para detenerse y el impacto se dio por alcance cuando ya me estaba bajando. Un hombre de los tantos vehículos de por ahí se acercó para auxiliarme; yo estaba impactada por la noticia cuando lo vi arrodillándose frente a mí, quizás mi expresión en ese momento lo confundió porque se echó para atrás, levantó los brazos como si lo estuvieran asaltando y empezó a decirme lo que en un inicio era ininteligible, poco a poco su voz se hizo audible, "¡Tranquila!, ¡tranquila!, no voy a hacerte daño, solo quiero ayudarte"...

¿Qué estamos haciendo con nuestros hombres que tienen que justificar su ayuda?...