De regreso de mi viaje; y después del primer mensaje de mi hermana, me detenía en cada estación a revisar el móvil, son siete u ocho de distancia hasta mi hogar. En la segunda me llegó el primer mensaje, en la quinta el segundo.
Mis nervios estaban a full cuando, acercándome a la quinta caseta empezó a vibrar el móvil, al pagar pregunté a la señorita dónde podía localizar la tienda de autoservicio y/o los sanitarios, quería usar el estacionamiento y centrar mi atención en el móvil, me indicó que dos kilómetros adelante los encontraría; y mientras hablaba con ella me seguían llegando mensajes que, por no saber su contenido me empezaban a estresar. Justo esa caseta tiene una línea amarilla, en la que está prohibido estacionar, pero no hay nadie que te impida hacerlo.
Me detuve después de un tráiler, detrás de mí llegó una camioneta despistada, tarde se le hizo para detenerse y el impacto se dio por alcance cuando ya me estaba bajando. Un hombre de los tantos vehículos de por ahí se acercó para auxiliarme; yo estaba impactada por la noticia cuando lo vi arrodillándose frente a mí, quizás mi expresión en ese momento lo confundió porque se echó para atrás, levantó los brazos como si lo estuvieran asaltando y empezó a decirme lo que en un inicio era ininteligible, poco a poco su voz se hizo audible, "¡Tranquila!, ¡tranquila!, no voy a hacerte daño, solo quiero ayudarte"...
¿Qué estamos haciendo con nuestros hombres que tienen que justificar su ayuda?...
Los hombres tienen que hacerse las preguntas sobre sí mismos y obtener las respuestas adecuadas, y luego conducirse.
ResponderBorrarBueno si, es así, ha sido un largo recorrido.
BorrarNo subestimes el poder de una mirada de incomprensión como la que le debiste de lanzar. Me parece admirable que fuera a ayudarte. realmente no creo que nos pase nada a los hombres. Espero que estés bien. Llevas muchos golpes seguidos, unos detrás de otro. Eres admirable en tu capacidad de aguante-
ResponderBorrarEstaba aturdida por lo que acababa de leer; y quizás por el impacto. Mira que alguien se está enseñando conmigo, Joaquín, me parece que se le está pasando la mano.
BorrarQuizá la expresión de tu cara le empujó a la justificación.
ResponderBorrarEs posible, Cabrónidas.
BorrarEs tal la locura de mundo que hemos creado que no te puedes fiar de nadie.
ResponderBorrarNi de hombres ni de mujeres.
Es una situación triste, TORO.
BorrarUn relato excelente, Maia, muy gráfico de la situación actual en la que viven algunos hombres. Yo no soy machista, ni mucho menos feminista, ni tampoco he tenido nunca un problema con personas del sexo contrario, ni del propio, pero me molesta que algunos y algunas se apropien de algo que no les pertenece como sucede, a mi modo de ver con el feminismo, que solo se usa como arma política y para crear un mundo de guerra entre sexos que les sirva para ocupar cargos en la Administración del Estado.
ResponderBorrarEspero que el golpe no te produjera ningún daño.
Un abrazo.
Todo llevado a los extremos nis convierte en lo que hemos rechazado, Enrique. Los inicios si fueron pero se va encauzando acorde a los intereses de algunas personas y es cuando todo se confunde. No necesitas oprimir al hombre para colocarte en el lugar que te corresponde. Otro para ti.
BorrarLo cierto es que los parámetros del tiempo actual en este año 2023 en España, las personas a nivel individual en algunos, y la sociedad fusionada en unos parámetros de personas en los cuales a veces las diferentes procedencias, culturas, educaciónes, caracteres, o personalidad diferente, pueden producir exactamente el relato tal cual lo has escrito, o incluso pueden suceder situaciones más surrealistas e impredecibles incluso. Hay que estar preparados para cualquier cosa.
ResponderBorrarParte importante de todo entendimiento es la comunicación, J.S., nos evitaríamos situaciones incómodas para ambas partes. Yo cuando hablo con alguien de otra cultura y lo que me está diciendo es insultante o agresivo, por supuesto que me enfado, es mi impulso responder de la misma forma, pero no lo hago, pregunto. Siempre hay que estar preparados.
BorrarEn este caso en particular, habría que saber qué fue lo que le hizo reaccionar así ante ti, más si su intención era ayudarte, porque en otras circunstancias se puede desconfiar del otro, en el mundo en que vivimos cada vez se desconfía más del otro.
ResponderBorrarBesos dulces Maia.
No creo que haya sido desconfianza hacía mí, tal vez creyó ver desconfianza en mi expresión y por eso su reacción, acababa de leer la mala noticia y se agregó el choque, algo tiene que haber influido.
Borrarun doble impacto. y al parecer, el emocional fue más fuerte que el físico. de todas maneras, es de lamentar ambos.
ResponderBorrarGracias, DRACO, lo iremos superando.
BorrarPues te respondo a esa pregunta. Sentimos que caminamos por campos de minas que pueden estallar en cualquier momento si hacemos el comentario equivocado. Me identifico con ese tipo. Aunque también entiendo que la actitud adecuada es un término medio.
ResponderBorrarEn cuanto al resto de la historia... es fácil identificarse con el impacto que describes en tí misma.
Esa es una situación lamentable, Sergio. En el momento no entendí su actitud, pero sí, como dices, un término medio estaría bien. Gracias.
ResponderBorrarHola hola!
ResponderBorrarBuenas noches Maia.
Abrazos.
Buenas noches, Ernesto. Otro para ti
BorrarHola, Maia.
ResponderBorrarCreo que tal vez la expresión del momento, por haber recibido esa noticia, por los mensajes en tu celular, que fue interpretada como una reacción de alerta.
Puede ser que una buena intención sea mal interpretada, en el contexto actual. Tal vez le haya pasado a ese hombre el ser acusado.
Besos.
Sí, no era el mejor momento, Demiurgo; y un desatino la reacción de ambos.
ResponderBorrar