Mi primer coche... ¿Quién no recuerda el primer coche comprado con el primer aguinaldo y quincenas ahorradas por dos largo veranos e inviernos?.
Era un pequeño cacharro azúl marino, estándar y con dirección hidráulica precaria, era pequeño y pesado para manejar.
Recuerdo lo poderosa que me sentí al montarlo... "Mi nave".
Duró conmigo relativamente poco, algunas horas, me hubiera gustado al menos llegar a mes.
Fue tan sencillo comprarlo. Conocí a un hombre de veintitantos que lo estaba vendiendo, traía un signo "$" seguido de un "informes aquí". Pagué en efectivo -era la unica forma de pago que conocía-, condicionado que lo llevaría a la puerta de casa de mis padres, pagué y confié en un desconocido. Esa tarde ya me lo estaba entregando; y como regalo le había llenado el tanque de gasolina -dijo que lo hizo para agradecer mi confianza -.
La mañana siguiente, el primo Oscar quiso enseñarme a manejarlo, él era mayor, tenía diecinueve años, sí, lo sé, ¿Quién compra un coche sin saber manejar?, en mi defensa diré que tenía catorce años.
-Esto es lo que tienes que saber. Palanca de velocidades, embrague, freno y acelerador-. Ahora repite para saber que lo has aprendido... -Palanca de velocidades, embrague, freno y acelerador-. Se bajó del coche y desde la ventana me dijo, -Ve al centro, esa es tu prueba de fuego -., Así lo hice, me fui a la buena de dios; y cuando veía que detrás venía varios autos me detenía temblando. Cuando por fin llegué me di cuenta que a mi primo se le olvidó decirme cómo estacionarme, di vueltas y vueltas hasta que encontré una calle vacía, empecé a orillarme y fui bajando la velocidad hasta quedar al inicio, me sentía feliz porque creí que estaba bien aparcada, al descender me di cuenta que casi estaba a mitad de la calle, más vueltas hasta quedar pegadita a la acera.
Y de regreso... ¿El coche tiene luces? ¡Por supuesto!; Y ahora, ¿Cómo se encienden?, eran las siete cuando volvía a casa con un coche al que no le encontré el apagador, recorrí veinte kilómetros en dos horas y con varios comentarios... "¡Niña, mejor ponte a lavar los trastes!".
Al llegar mis padres ya me esperaban molestos, afortunadamente la calle estaba vacía y pude aparcar, fui a detenerme varias casas más adelante, mi padre levantó la mano "llaves", no lo volví a manejar.
Años después me enteré que a mi primo le prohibieron hablarme. Murió joven, curiosamente en un accidente automovilistico, iba con su esposa y sus dos hijos.
(Yo aún trato de entender qué pasó en todo ese día, empezó a las diez que estaba con mi primo, a las once ya estaba de camino al centro, solo fui y vine y se dieron las nueve).
Mi primer coche.... menos mal que no puede hablar, jajjaajja
ResponderBorrarBesos.
Testigo silencioso
BorrarGreat blog
ResponderBorrarIt's a pleasure, thank you
BorrarPlease read my post
ResponderBorrarWith pleasure
BorrarUy, mi primer coche!!!
ResponderBorrarCasi te diría que fue aparatoso como tu caso, pero duró bastante más. ;)))
Tuviste tiempo de disfrutarlo -y padecerlo- :))
BorrarSi todavía conservas esa osadía puedes hacer cualquier cosa, jajaja
ResponderBorrarLa tengo; y sin intención de soltarla.
BorrarEl primer coche no se olvida, el mío fue un Alfa romero rojo que tragaba mucha gasolina y nunca estaba a punto, envejeció mal pero eso sí necesite muchas clases prácticas para poder sacarme el permiso de conducir. Tu primo confió en ti y eso es muy importante, estuviste horas para un recorrido corto, todo un master de conducción.... Un abrazo
ResponderBorrarEl primo me mandó a la aventura y quizás nunca dupo de la travesía. El mío fue un AMC Gremlin como del 78, si lo recuerdo bien; ya era viejito cuando lo compré, pero de igual manera me sentí única. Otro para ti.
BorrarEl último párrafo como que cambia el sentido del resto, que es como una anécdota.
ResponderBorrarQue descuido el olvidar de enseñar como estacionar.
Me queda la intriga de cuando volviste a menajer.
Besos.
Tampoco me enseñó la reversa, así que necesité mucho espacio para estacionarme.
BorrarFue después que mi padre murió, él no permitía que las mujeres de su vida (madre, seis hermanas, esposa y tres hijas) manejáranos, lo reafirmó después de lo que sucedió conmigo, decía que no estábamos hechas para conducir (por asustadizas), a los 17 años (tres años después). Otro para ti.
Hay algo especial en el primer coche, ¿verdad? la sensación de libertad, la vida como una línea recta enorme a un lugar mejor... Es extraño, las nueva generaciones ya no ven el coche con los mismos ojos, los han convertido en... ¿herramientas?
ResponderBorrarSí; y esa sensación de poder que te da ser consciente que con catorce años pudiste comprar un coche, te sientes imparable. Eso es cierto; y no se esfuerzan por conseguirlo.
BorrarDicen que el tiempo es relativo y así puede explicarse todo ese lapso y demora en ir y venir tras el volante, porque no se me ocurre ni veo que pueda haber sucedido otra cosa en ese viaje, o si?
ResponderBorrarBesos dulces Maia.
Yo no tengo idea, me recuerdo con Oscar y sus clases, me recuerdo ir y en el trayecto ver que empezaba el atardecer, llegar, estacionar y vuelta de regreso, pero la línea del tiempo no es muy clara. Quizás fue un día con menos horas :)) Otro para ti.
BorrarLas primeras veces nos enfrentan con la inexperiencia; pero sin ellas no habría desarrollo.
ResponderBorrarEso seguro, Fackel, pero asusta.
Borrar¿Y no asusta (o algo peor, por ejemplo angustia) a largo plazo la frustración por no haber dado ciertos primeros pasos?
BorrarSí; y el arrepentimiento se manifiesta, pero te sirve como has mencionado, como experiencia.
Borrar¡Maaadre mía 14 años! y te pones a conducir por la carretera sin saber nada de nada jajaja ¿ y cómo te vendieron un coche con solo 14 años? en España eso no hubiera podido ocurrir de lo cual deduzco que no eres española, eso sí ¡¡súper valiente!! .. a veces yo, después de conducir durante años, aun no le he quetado el miedo jajaja
ResponderBorrarUn placer!
Como te diste cuenta no fue una venta legal, este hombre bien pudo regresar en cualquier momento y llevarse el coche y nada se hubiera podido hacer.
BorrarAquellos tiempos fueron buenos en confianza (o yo era muy confiada), dentro de todo son buenos recuerdos. Un placer, María
Juego aquí en desventaja. Casi lo digo con la voz en un susurro porque mi primer coche nunca existió. Los de la academia de conducir no cuentan, supongo. A esos casi los destrozo. Y de aquellos traumas esta vida de viandante o transporte público.
ResponderBorrarMi problema se llama amaxofobia, miedo a conducir. Justificado.
BorrarNo me importaría ser la amiga a la que llamas a media noche a que vaya por ti o te lleve a algún lugar , Sergio.
Borrarme he quedado pensando en aquello de comprarle un coche en efectivo a un desconocido a los catorce años. a los catorce años...
ResponderBorrarsaludos.
Trabajé duro por dos años en mis periodos vacacionales, mi motivación era renovarle la cocina a mi madre; ya sabes, electrodomesticos y refrescar con algo de pintura, pero se me atravesó ese curioso coche; y del hombre su padre estaba enfermo. Ambos estuvimos en tiempo y espacio en el momento justo..
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