domingo, 28 de mayo de 2023

Un día extraño

-Maia, no hagas planes para mañana; ya tengo organizada la tarde... Ese fue el mensaje que recibí de Manolo, se sentía un poco inquietante pero le di el beneficio de la duda, -¿saldremos?-, ¡sí!, quiero festejar mi cumpleaños-. No hubo hora, ni sabía el lugar, no me dijo nada.
Al día siguiente y entrada la tarde, Manolo llegó radiante, se le veía una mirada divertida, subí al coche y de inmediato sacó un antifaz, lo colocó imposibilitando mi visión, la situación se estaba volviendo  extraña.

Condujo por cerca de una hora, cuando se detuvo me advirtió que no retirara el antifaz, me ayudó a bajar y me guió hasta la entrada de una casa o local, intenté mantener la calma pero tanto tiempo cegada me estaba provocando dolor de cabeza, saludó a una tercera persona, se sentía por los movimientos y había un perfume diferente, definitivamente, era un hombre, fueron discretos y omitieron algún sonido que pudiera delatarlos, caminamos por algunos minutos y en algún momento, Manolo me empujó suavemente quedando él detrás, al quitarme el antifaz no podía creer lo que veía. 

Delante de mí había una amplia habitación roja con incontables artículos en las paredes, en la línea focal y colgando de perchas de siluetas femeninas había una impresionante variedad de disfraces, de esos que no dejan nada a la imaginación, al costado y colgados ya sin envoltura se encontraban los disfraces listos para ser probados y al fondo una mampara de cristal templado; y para terminar la singular habitación, frente a todo eso, una poltrona (quizás imitación).

-Maia, quiero que me complazcas y te pruebes algunos disfraces que yo escogeré-. -está bien, solo los probaremos, ¿si?-, -bueno no, el plan es llevarnos algunos-, -¿más de uno?-, -¡sí, cariño!, eso he dicho-, le hice una indicación con la mano para que fuera a escoger y volvió con los que había imaginado, sí, a veces resulta muy predecible, enfermera, sirvienta, colegiala, mujer policía y conejita. -¿Seguro?, - ¡seguro!, -está bien, pero quiero los de paquete, no probaré esos que ya han sido usados-, -¡son los de muestra! se aventuró a decir el encargado, -probaré los de paquete-... Se hizo un silencio, momentos después el encargado volvió con los paquetes.

Me quedé pensando, o quizás tratando de asimilar todo lo acontecido y sin entender por qué los hombres tienen esa extraña fijación con los disfraces o vestimenta formato prosti...

16 comentarios:

  1. Habrá sido la venganza de Manolo? Los disfraces tienen su juego, es el fin de ellos, aportar algo lúdico a una relación. Aquel "formato" que aludes no es tal, ya que una mujer puede ser todo lo que quiera para quien ella quiere complacer. Yo pensé en otro disfraz, seguro no lo tenían.

    Besos dulces Maia y dulce semana.

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    1. Si problemas no tengo con disfraces o juegos, ni con aquello de "una dama... y lo demás", pero no entiendo por qué tanta transparencia, oye que hay cosas más estéticas y que dan un poco de juego, todo al descubierto no hace diversión.
      ¿Qué disfraz?

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    2. Es al gusto del consumidor obviamente, cada cual encontrará su disfraz si así lo quiere. Yo pensé en unas orejas y una cola, así de simple, así de efectivo ;)

      Un beso dulce Maia.

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    3. Hay mucho de eso. Otro para ti.

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  2. No tengo nada contra los disfraces pero lo cierto es que tampoco me hacen falta. Buena parte del sexo lo llevo ya puesto en la cabeza. Prácticamente el cien por cien de mi sexualidad está en el cerebro. No me he planteado hasta qué punto las vistas o los disfraces pueden mejorar eso.

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    1. Es que todo está en la cabeza, algún aditivo de vez en cuando pero sin ser necesario.

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  3. No es mi caso...
    Encuentro más eróticas otras cosas.

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  4. Me da la sensación que la necesidad de disfraces ( más esos tan típios que tú comentas ; ) y ese fetichismo que sí que es verdad les encanta a algunos hombres, es una forma de sentir que dominan a su pareja, por eso las disfrazan de esas imágenes frágiles y débiles... Todo es respetable, desde luego yo no me sentiría nada cómoda teniendo que disfrazarme para nadie ; )

    Un abrazo MAIA

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    1. Bueno, técnicamente y al probarlos o usarlos te están dominado , es una pequeña porción de terreno que ganan; ya si lo balanceas con otras cosas está bien, pero esos juegos son así.
      Son incómodos, pero tiene su juego, los llevas por donde quieres. Otro para ti.

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  5. Bue, parece que te está pidiendo una compensación por lo que le demandás.
    Interesantes disfraces, aunque no hubiera elegido yo el de colegiala, sino tal vez alguno de azafata.
    Lo que está claro que ustedes dos no se aburren.

    Besos.

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  6. Seguro que sí, lo pensó. El de azafata estaba más discreto. No hay tiempo para el aburrimiento. Otro para ti.

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  7. lo de utilizar disfraces en el sexo es una forma de excitación mediante la transgresión, es hacer todo lo que no está permitido por la ley, la religión y las costumbres; es también una manera de feminizar a la mujer al máximo y hacerla parecer lo más joven posible, entre otras cosas. un cliché de esto es que se haga coletas, se ponga una microminifalda y actúe juguetona y bien dispuesta al sexo.

    ¿un disfraz a sugerir? la de una monja, jajaja.

    saludos y que tengas un buen fin de semana, que ya está cerca.

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    1. Tiene su juego la mentalidad masculina, porque al ser tan lineal, esas sorpresas sí te sorprenden, aunque todo sea bajo la misma sintonía.
      ¿Un disfraz para ti?, por lo que veo en tu avatar vas de pirata; y por lo que intuyo en la lectura no te asustan las transgresiones, ''El tiempo'', el cuidador del sombrerero loco.
      El disfraz de monja da un juego mental realmente interesante. Que también sea bueno tu fin de semana.

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  8. Buen texto aunque reconozco que los disfraces de nunca me han gustado. Vengo desde el blog de Ester para darte las gracias por leer mi poema y comentarlo. Un abrazo.

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    1. Gracias por venir, Ángulos, tu poema es muy bonito. Otro para ti.

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Susúrrame al oído, que mi corazón te escucha