— Maia, ¿Has hablado de mi últimamente?
— ¿Cómo?
— En tu cueva, amiga
— No tanto como me gustaría, Marce
— ¿Por qué?
— Ahora mismo estás en otra etapa, amiga
— No me jodas, Maia, ¡Soy mujer!, no nací con mi embarazo
— Lo sé, solo siento que no es momento
— Pero amiga, sabes de mis/nuestras correrías
(Sonrío), que te leo, eh; y no es que me desagrade Sara, pero vamos, si ella a mi lado es un corderito (Vuelvo a sonreír, no conocía este lado celoso de Marce)
— Prometo armar algo bonito
— Ni te molestes, que ya lo hice por ti, tú serás la mensajera (Y me planta una preciosa fotografía de ella y su barriguita; y me dice)
— Pedí permiso a los médicos para una sesión de fotos, solo por favor, cuida la identidad de mi chiquitina; y de paso agradece a tus/mis comentaristas... ¡Los adoro!
Fotografía cedida por Marcela para su publicación en este espacio. No hubo necesidad de cubrir la identidad de la pequeña Ninna, ella se ha ocultado al tomar la foto.
Me parecen tiernas las fotografías de embarazadas, y a todas las veo guapas. Solo queda esperar que la criatura llegue y disfrutar
ResponderBorrarMe pasa igual que a ti, Ester. Esperemos que todo salga bien para ambas. Gracias
BorrarQue quiera que la saques en tu cueva y te anime a hacerlo demuestra la delicadeza y el cariño con el que la tratas.
ResponderBorrarLa pequeña sale muy favorecida en la foto. Y la parte de la madre que vemos también.
Sí, di escribiría de ella, justo era enterarla.
BorrarNo dudo que será una preciosidad; y cuidada y guiada por su madre una gran personita. Gracias, Demiurgo
Le deseo lo mejor a ella y a la chiquitina. Ser madre es una faceta que se añade a la de mujer, no la sustituye. Pronto volveréis a vuestras correrías juntas. Hermosa foto.
ResponderBorrarPor supuesto; y bonito que un hombre lo piense. Quizás, Joaquín. Gracias
BorrarEsa chiquita ya es famosa antes de aparecer.
ResponderBorrarBuen presagio.
Es una pequeña anhelada. Gracias, TORO
BorrarHay tal bondad y alegría en tu texto, Maia, como no me cabe duda que lo hay en el interior de Marcela (y en Marcela misma, obviamente) Casi dan ganas de desear felicidades. Y por qué no. Felicidades para llegar a buen término, para que la madre se complazca en el ser que trae, Ninna, y para que el entorno disfrute. Da gusto y me quedo contemplando, todo se contagia, ya veis.
ResponderBorrarEs curioso como un acontecimiento de esta magnitud todo lo cambia, a la propia madre, a mí me ha hecho ver a Marce con mayor ternura, me emociona que quiera involucrarme en la vida de la pequeña Ninna
BorrarDice que seremos una tríada, vamos, que hay un abismo ancestral entre nuestra generación y la de la pequeña. Gracias, Fackel
Hola, Maia.
ResponderBorrarNo sabía que Marcela leía tu blog, aunque está dentro de lo probable.
Así que es celosa de otra amiga tuya, diciendo que es un corderito. Y te menciona su, sus, correrías.
Así que nos aprecia a nosotros, los comentaristas de tu blog. Bueno, envíale saludos y los mejores deseos.
Besos, Maia.
Sara también lo lee, Demiurgo; y alguna otra. Gracias; yo le paso tus deseos. Otro para ti
BorrarPocos mensajes son tan bienvenidos por todos que una nueva vida, esa barriga guarda un gran regalo para Marce, así que no me extraña que esté celosa y quiera lucir a Ninna aunque ella se haya escondido. Felicidades Marce!
ResponderBorrarBesos dulces para las tres.
Bueno, ella ha pasado gran parte de su embarazo en reposo absoluto, ha sido difícil y un enorme cambio de rutina. Gracias, otro para ti.
BorrarEnigmática y sensible respuesta ... y situación, Maia.
ResponderBorrar¿Habrá solución?
En unas semanas, Enrique; y toca incluirla más en las publicaciones, material para hacerlo hay mucho. Felíz día.
Borrarque el parto les salga muy bien tanto a la madre como a la pequeña.
ResponderBorrarGracias, DRACO, está programado para dentro de unas semanas.
BorrarParto a la vista. Nacimiento.
ResponderBorrarLa vida continúa... Un regalo!
Abrazos a las dos.
Gracias, Ernesto. Un abrazo
Borrar