lunes, 24 de julio de 2023

El camino a la recuperación

Mi madre decía que siendo mujer, mi naturaleza es de abnegación y sacrificio. Anteponer al hombre, a los hijos, a la familia propia y la política, a las amistades; y a quien lo necesite, en el momento que lo necesite; y después, si hay lugar, colocar mis sueños y necesidades la última de la fila. También me dijo que tenía que asimilar que nunca habría lugar.

Constantemente, la primera reacción que se sucede en mis pensamientos es un intento de mi subconsciente de dirigirme hacía aquellos tiempos dentro de mi niñez; y actuar conforme a la educación recibida. Luego de eso recuerdo los años recorridos y la forma en que fui moldeando mi carácter, intentando siempre un paso más allá de lo que considero una educación errada.

Estando en pareja, inconscientemente fui modificando mi forma de ser y de pensar; ya no era solo yo, se empezaba a crear un nosotros que, con el tiempo se fue fortaleciendo; y sin darme cuenta me fui colocando al final de la fila, justo como mi madre decía...

Ahora estoy aquí, en el lobby del hotel, espero a Jason (el buen samaritano) que ha ido por el coche; y mientras, observo la oscuridad en el horizonte; y escucho la fuerza de las olas. Y Manolo acaba de llegar... quiere que hablemos y ha hecho una reserva en un restaurante vegano.

¡Quizás después...!.


22 comentarios:

  1. en las mujeres, entre la educación recibida en casa y la evolución que sigue la sociedad, hay un conflicto que cada vez es menor con el pasar del tiempo, debido a que las hijas que se convierten en madres ya tienen otra forma de pensar.

    ¡vaya con manolo! sí que es insistente.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Es una educación muy arraigada que voy soltando, pero me ha llevado mucho tiempo. Lo es.

      Borrar
  2. Las madres son grandes personas en nuestra vida, y las grandes personas tambien pueden cometer grandes errores, por ejemplo inculcar valores errados. Un día toca dejar atrás el pasado y vivir la vida según los valores propios, esos que hemos elegido libremente. No es fácil pero tampoco hay nada que nos lo impida. Por cierto Manolo qué hace ahí, eso de saber donde te hospedan y buscarte parece una obsesión, y estas no suelen ser buenas. Un saludo Maia, es terapéutico leerte

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Sí, por supuesto, Joaquín, tienen la mejor intención, pero los tiempos cambian constantemente; y nosotros con ellos, afortunadamente. La vida es un largo y maravilloso aprendizaje. Agradecida, Joaquín, un saludo.

      Borrar
  3. Las madres de ahora ya no son así.
    Ya han aprendido a hacerse valer.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Los tiempos han cambiado, TORO, todos cambiamos constantemente.

      Borrar
  4. Desintoxicarse de cierta educación caduca de nuestra infancia no siempre es fácil. Lo primero es entender que se nos dio con la mejor de las intenciones. Lo segundo es reeducarnos desde nuestra experiencia actual. Hay gente que no evoluciona. Tú sí pareces cuestionarte lo aprendido a pesar de ciertas caídas en la programación original. Todo perfectamente normal.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Lo aprendido en su momento se agradece, luego ya hacemos cada uno nuestro propio camino. Veo las caídas como la oportunidad de hacerlo mejor, Sergio, sí, todo perfectamente normal.

      Borrar
  5. Dices muy bien, quizás después. Conozco y/o conocí a algunas personas (no muchas), que actúan como tú, mi Madre, mi Santa, mi hermana, mi suegra ... sufren mucho, son personas inigualables y yo puedo afirmar que son lo mejor que te puede pasar en la vida. Tonto será el que conociéndolas no intente amarrarlas para toda una vida, otra cosa será consentirle que ella siempre sea la última en todo.
    Enhorabuena por ser así, Maia

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Me alegra sabes que estás rodeado de personas que te cuidan y aman, Enrique, como tú a ellas, eres una persona excepcional.

      Borrar
  6. Que tiene de especial nuestra generación que lo va a cambiar todo? Ya hace muchas generaciones que la mujer se va quitando el yugo, pero la inercía es mucha. Que son cien años comparada con la historia de la humanidad. Pero con la esclavitud se hizo, y la mujer también lo hará pero aún falta.
    Eso que las mujeres hacen porque sienten wue les toca y porque saben que si no lo hacen ellas no lo hará nadie aún pervive
    abrazoo

    ResponderBorrar
  7. Exceptuando la gestación, (y en un futuro quizás ya no), tanto mujeres como hombres pueden hacer todo, este cambio no se originó en nuestra generación, solo ha continuado, más -menos fuerte vamos avanzando, Gabiliante. Otro para ti.

    ResponderBorrar
  8. Al parece Jason ha ganado terreno rápidamente, y Manolo no se rinde fácilmente. Nunca hay que dejarse de lado por los demás.

    Besos dulces Maia.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Jason es divertido; y hemos tenido ratos agradables.

      Borrar
  9. Escuché palabras similares de mi madre y, crecí pensando que debía ser así pero, inconscientemente me revelaba. Me casé con un hombre machista y la lucha fue tan dura que después de varios años me separé. Hoy en mi adultez estoy siendo un poco libre. Me encanta ver que mi hija es tan distinta.
    Besos Maia

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Los tiempos eran así; y quizás por eso la selección que hacíamos era de ese tipo de hombres. Te felicito por haberte alejado de él y también porque tu hija tiene otra mentalidad. Otro para ti.

      Borrar
  10. Somos lo que hacemos, pero también lo que imaginamos, lo que deseamos y lo que perdemos.

    ResponderBorrar
  11. Pareces llevar muy bien, haber llevado, esa recuperación natural.

    Abrazo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Es lo que se intenta, Ernesto. Otro para ti.

      Borrar
  12. Colocar los sueños al final, que deprimente. Por suerte, se ha cambiado.
    Claro que se pueden cometer errores, pero se puede volver a lo que se desea hacer.

    Besos.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Ha cambiado y lo seguirá haciendo, Demiurgo. Es importante darse cuenta. Otro para ti.

      Borrar

Susúrrame al oído, que mi corazón te escucha