El bar estaba lleno, a mi izquierda Marcela, quien decidió después de inspeccionar minuciosamente al Mesero que vino a tomar la orden, que quería llenar la pequeña mesa con muchas cervezas y copas de vino, no perdió oportunidad para pedir uno por uno.
El Mesero después de cinco vueltas a nuestra mesa, ingenuamente ofreció que una botella de vino sería mejor opción que pedir copa por copa, -aún llenas-. Los ojos chispeantes de Marcela le dieron una única respuesta. El Mesero se ensanchó de hombros, Marcela sonrió; yo callaba e intentaba parecer interesada en algo que me ofrecía el móvil, leía, respondía, a veces borraba. Mi mente no estaba interesada en los mensajes de whatsapp, solo los que me enviaba Manolo, pero Marcela requería intimidad.
Pausa... Silencio.
Asomé la vista fuera del móvil y vi a Marcela intercambiando números con el mesero. Dejé de escribir, la miré con escepticismo y pregunté; ¿Todo bien?. ¡Si!, después de eso...
Pausa... Silencio.
Cuando El Mesero terminó de anotar su nombre y su número y trajo las bebidas siguientes, se retiró a cubrir otras mesas, cosa que agradecí porque la mesa ya estaba atiborrada de bebidas, miré a mi izquierda, Marcela tenía una enorme sonrisa que no pudo y no quiso disimular.
Marcela, tú no cambias.
Pausa... Silencio.
Sonrisas y algunas risillas traviesas. La noche apenas iniciaba...
Y no me gustaría que lo hicieras, te veo maravillosa. Y volví al móvil a finalizar mi escritura con Manolo.
Todo un personaje, Marcela. Me gustaría seguir sabiendo de ella.
ResponderBorrarBesos.
Marcela es todo un personaje y una buena amiga. Aquí tienes otra anécdota. https://extranasnoches.blogspot.com/2023/03/quedate-dormir.html?m=1
BorrarCada cual a lo suyo.
ResponderBorrarEsa debería ser la idea
BorrarEsa complicidad entre amigas es una explicación perfecta de la amistad. La que no quiere a esa cómplice de otro modo. Sin cambios. Como era y quieres que siga siendo. Saludos
ResponderBorrarDe eso se trata todo en la vida ¿no?, de aceptar a las personas -amigos o amores- como son. Saludos, Sergio
BorrarA Marcela no se le escapa nada eh...
ResponderBorrarBesos.
Marcela está desatada, Toro.
BorrarEs encantador esa forma de relatar una vivencia ... como tú lo haces.
ResponderBorrarFeliz viernes (y el cuerpo lo sabe).
Gracias, Enrique. Feliz viernes
Borrar
ResponderBorrarMuy bien eso de aceptar a los amigos tal cual. Os bebisteis todo? 😉
Buen fin de semana.
Un abrazo.
Igual ellos nos aceptan, Laura. ¡No!, era demasiado. Pásalo bien el fin de semana.
Borrar¿Comunicación etílica, dirías?
ResponderBorrarComo inicio, Fackel.
BorrarMe has hecho reír.
Mientras tome sus precauciones...
ResponderBorrarAbrazo
Espero que si.
BorrarParecía muy feliz, por lo que contás, siguiendo su impulsos.
ResponderBorrarBesos.
Aprendió a hacerlo y ahora lo disfruta. Otro para ti.
Borrar