Daba vueltas sobre sí mismo, me quedé observándolo, su pequeño esfínter no está del todo entrenado y los accidentes se suceden dentro de la casa. A veces lo veo buscando las esquinas de los muebles y me pregunto, ¿lo hace con toda intención?, porque le llamo, se sienta y se me queda mirando, con esa carita de no romper ningún plato, siento que me ha tomado la medida y espera un descuido mío para hacer su gracia.
— Ven, Gurrumino, vamos al jardín... no, mejor al patio, no vaya a ser que te caigas en el agua
Abrí la puerta de la cocina e intenté salir; y Gurrumino se me adelantó haciéndome perder el equilibrio, pude sujetarme de la puerta evitando la caída; y la puerta se cerró dejándonos afuera.
— ¿Podrás esperarme aquí mientras abro por la sala?, -lo vi moviendo su colita-, No, definitivamente no puedes, ven, acompáñame, quise cargarlo y Gurrumino ya estaba en la otra puerta.
Abrí la reja hacia el jardín, sabía que volvería a hacer lo mismo, me hice a un lado y lo dejé pasar -aprendí de la experiencia- Gurrumino corrió veloz, soy consciente que está aburrido del encierro, pero hace tanto frío; y es tan pequeñito.
Se escuchó un aleteo forzado, pensé que sería un murciélago, me asusté y empecé a gritar, Gurrumino corría de un lado a otro ladrando, el aleteo se hizo más potente, de repente un golpe contra la pared y el bicho cayó en el césped
— ¿Está muerto?, ¿Está muerto?, Gurrumino, ¿Está muerto? -obviamente, Gurrumino no me respondería- Saqué el móvil y llamé a Marcos, unos minutos más tarde y Marcos estaba allí.
— Se cayó por allá -y señalé el lugar donde vi una mancha resbalando- Marcos encendió la linterna del móvil y se dirigió al lugar
— No, Maia, no es un minivampiro, es un pajarito; y sí, está muerto
— No me digas eso, lo he matado con mis gritos
— Es que, no entiendo cómo un pájaro se estrella contra la pared; ¿y dices que gritaste?, pero Maia, si es un pajarillo -se acercó un poco más y el pajarito empezó a aletear, salió volando y fue a detenerse encima de la barda- Marcos asustado se echó para atrás y fue a caer en la alberca helada.
Marcos tuvo que ducharse y se puso un precioso y reducido pijama de besitos, al salir a revisar si el pajarito se había ido, descubrimos que tengo un nuevo inquilino; y dos huevecillos, -quizás el padre también ronde por ahí-.
Por cierto, el pajarito hizo su nido encima del sweater de Gurrumino.
Pues tienes entretenimiento, tienes que cuidar a los chiquitines. Un abrazo
ResponderBorrarYa les he colocado cerca agua y alimento, Ester, me ha tocado. Otro para ti.
BorrarCreo que el mayor inconveniente de los "padres" y las "madres" primerizas de todos los gurruminos del mundo es enseñarles a esperar el paseo para hacer sus cosas. El proceso es largo y parece que tiene sus trucos. Yo los desconozco.
ResponderBorrarSobre lo del pájaro me enternece que te culpes de su caída. Menos mal que salió de esa. Aún a costa del baño de Marcos. Saludos
También los desconozco, Sergio, de momento solo observo e intento detectar cuándo le urge salir.
BorrarEs que grité como una posesa, al abrir la reja este se asustó y voló y no lo vi, solo lo escuché y como ya caía la noche pensé era un murciélago, sucede que hizo su nido al lado de la puerta y encima del boiler. Marcos aguanta, solo una ducha caliente y quedó como nuevo. Saludos, Sergio.
Un pajarillo puede causar tanto temor? Yo es que ni con los ratones me espanto. Un inquilino y dos huevecillos, crece la familia. Gurrumino parece un peluche.
ResponderBorrarBesos dulces y mimos para Gurrumino.
Agrega al escenario que caía la noche y creí que era un murciélago; y es que vuelan como que se vienen hacía ti y como no lo vi, pues me asusté; y Gurrumino que con sus ladridos no ayudó mucho, pues ahí lo tienes . ¿No?, ¿qué te asusta?, Gurrumino es pequeño y gordito, tiene de ensueño; y te la ofrece sin más. Otro para ti.
Borrar*tiene una barriguita de ensueño "
BorrarNo sé qué pasa con blogger que me está costando mucho comentar.
Más miedo les tengo a los delincuentes. Y si me ves por allí como Vampiro que soy no me vayas a tirar algo por favor :)
BorrarOtro para ti, un beso dulce por supuesto.
Una historia sencilla, pero entrañable, Maia. Eres capaz, con tu forma de escribir, de convertir un sencillo suceso en algo majestuoso, atractivo y distraído.
ResponderBorrarGenial.
Feliz miércoles.
Gracias, Enrique. Feliz jueves.
Borrarsin querer queriendo la familia se te está ampliando. creo que tienes que poner atención a las señales que la vida te está enviando, jajaja.
ResponderBorrarEso me recordó un programa antigüo, DRACO.
BorrarJa, eso fue bueno.
Pareces el Arca de Noé.
ResponderBorrarCabe un toro?
Jajjajaa
Besos.
Ja
BorrarY tanto... Hay espacio hasta para correr y embestir, TORO. Otro para ti.
jajaja Desde que ha llegado Gurrumino a tu vida se ha convertido en el centro y es natural, los pequeñajos de dos o cuatro patas absorben toda la atención en cuanto llegan....menos mal que el pajarito revivió y mira tú por donde ha ampliado la familia... te veo dando el biberón a los pollitos de pájaro .. jaja bueno biberón no, en qué estaré pensando.. tú ya me entiendes, una vez me ocurrió algo parecido, abrí la ventana y entró un pájaro, el pobre se fue golpeando por todas las pareces, lo miraba aterrada porque no sabía cómo ayudarlo, era pequeñito, como un gorrión... intenté quedarme lo más quieta posible para no asustarlo, cuando estuvo en el suelo, la verdad es que no sé cómo, lo cogí despacito y salí corriendo al jardín con él como quien lleva un pequeño tesoro...será una estupidez, pero sentí una inmensa alegría al abrí las manos y ver cómo salía volando, como si le hubiera salvado la vida a alguien ; ) Un beso MAIA!!
ResponderBorrarJa
BorrarLos nuevos inquilinos me retrasan las obras, he tenido que regresar a la persona que me iba a hacer el cambio de boiler ancestral por uno de paso; y como encima está la nueva familia, pues a esperar que nazcan, crezcan y puedan volar los chiquitines.
Una anécdota entrañable, María; y tan bonita. Un beso
Tierna historia, Maia…
ResponderBorrarEspero que Marcos no agarrara un resfriado por el remojón, y que Gurrumino no acabara comiendo los huevos del pajarito, o reclamando su sweater… :)
Un abrazo, Maia.
Gracias, diego
BorrarMarcos está bien, gracias; y conociendo a Gurrumino es mejor que los huevecillos estén fuera de su alcance :)
Otro para ti.
Con el espeso pelaje que tienen Gurrumino ¿no pasará calor vestido con ese atuendo humano?:))
ResponderBorrarÉl lo pide, Cabrónidas, los tiene al alcance, tiene frío, va y los baja y se acuesta encima, cojo uno y viene conmigo y se sienta, tiene calor y sale corriendo o se los quita; ya nos vamos entendiendo.
BorrarHola, Maia.
ResponderBorrarMe hiciste pensar sobre un conocido personaje de los comics. Batman, sobre quien hacen tantas películas. La verdad que se necesita una mentalidad muy especial, más bien extraña, para convivir a gusto con murciélagos. Siendo que suelen causar rechazo.
Gurrumino es todo un personaje. Parece que con su personalidad tan inquietante, un tanto desobediente, te va a aportar mucho material para tus entradas. Lo que contás ahora parece una historia de ficción, tal vez una historieta.
Muy selecto ese pajarito con el material que eligió para hacer su nido.
Besos.
El eterno caballero. Tengo respeto por los murciélagos, Demiurgo, prefiero mantenerme lejos de ellos.
BorrarGurrumino es todo un caso, un pequeño líder de manada y supongo que cree que soy su subordinada. Cosas que pasan, lo importante es que la familia del pajarito está cómoda. Otro para ti.
Accidentada noche pero emotiva. Ahora dos presencias
ResponderBorrarUn abrazo y que venga un buen año
Carlos
Que venga para todos, Carlos. Otro para ti.
BorrarSé que las palomas son perezosas y algo torpes, se estrellan contra el cristal pero esos pajaritos¿ se me hace que lo asustaste mucho
ResponderBorrarCreo que mis gritos fueron extremos, Verónica.
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