— Maia, ¿me acercas el yogurt?
— Seguro -lo saqué del refrigerador e hice lo de siempre, checar caducidad- — Marcos; la caducidad está bien pero lo veo infladito
— Ahora lo revisamos, ¿lo abres?
— Sí, por supuesto. -Retiré la cubierta y empecé a empujar con el dedo índice la tapa de aluminio-
— ¿Te diviertes?
— Sí, un poco
— ¿Quieres que te ayude?
— No, gracias; yo puedo. -Al tratar de quitar el aluminio lo abrí hacía mí y el contenido se proyectó en mi rostro- ¡Demonios!, -Marcos se apresuró a acercarme una servilleta-
— ¡Oh, Maia!, en este momento eres el deseo de cualquier hombre
— ¿Cómo?, molesta y aun sucia fue lo único que pude balbucear, Marcos soltó una carcajada
— Maia, querida, amo tu inocencia
Días después seguía pensando en qué fue lo que no entendí de lo sucedido con Marcos, abrí TikTok y al ver un video, Jo...
Tal vez en el fondo el deseo de cualquier hombre o de cualquier mujer sea perseguir la inocencia. Lo demás son fantasías colaterales. Un abrazo de días después.
ResponderBorrarNo lo sé, Fackel, un hombre inocente me provocaría ternura. Un abrazo
BorrarY la ternura siempre es un hilo conductor hacia otras expresiones, sin duda.
ResponderBorrarSin duda, Fackel.
BorrarSi en lugar de yogur hubiera sido chocolate puede que le provocara deseo, deseo de lamerlo sin dejar un solo resquicio. Un abrazuco
ResponderBorrarJa
BorrarPuede, Ester. Otro para ti.
jajajaja
ResponderBorrarinocencia o no, dicen que el yogurt limpia el cutis
saludos
Ja
BorrarEso dicen, Carlos. Saludos
Puedo ver tu performance involuntaria y hasta me siento culpable. Creo que alguna vez en una situación parecida he caído en ese gesto de humor. La crema de un frapuccino del Starbucks en los labios de alguien.
ResponderBorrarAlgunos hombres funcionamos con una dotación de neuronas muy básica.
Saludos
Y yo creyendo que me tocaría explicar más concretamente la publicación, ahora veo que es un pensamiento masculino.
BorrarLo básico resulta satisfactorio, Sergio.
Saludos
Lo del final de la espalda, me lo he partido, Maia. Hacía un buen rato que no me reía tanto.
ResponderBorrarGracias.
Me gusta que rías, Enrique. Gracias a ti.
Borrar¿Entendí bien si pienso que Marcos te hizo una broma, para que te salpicaras con yoghurt?
ResponderBorrarTambién podrías haber contestado: ¿Sólo en este momento?
Pero supongo que tu humor no daba para una respuesta rápida.
Besos.
No lo sé, Demiurgo, me tomó por sorpresa y el enfado impidió que reaccionara, hubiera sido una buena respuesta. Otro para ti
Borrarme has hecho recordar aquella tarde de un día de carnavales cuando me iba caminando hacia mi casa y viene en dirección mía una joven en sus inicios de los veinte con el cabello todo mojado y el polo (o polera) todo mojado también ceñido a su cuerpo con sus tetas sin sujetador y sus pezones sonrosados resaltando a través de la ropa.
ResponderBorrarcuando me vio de improviso sólo se limitó a sonreírme y entró rápidamente a su casa.
esos son los momentos que le hacen el día a uno.
Esas imágenes parece que causan impacto, DRACO, gracias por compartirla conmigo. Hay muchos momentos que se vuelven eternos en nosotros, como el tuyo con la chica.
BorrarPara mí la inocencia es un bien preciado, en un mundo donde se pierde cada vez más prontamente, nadie tiene que saber todo en la vida, sino, qué atractivo tendría vivirla? Eso que simula el yogurt y el champagne, en mi país tiene un nombre.
ResponderBorrarBesos dulces Maia y dulce noche.
¿Y cuál sería el nombre, DUICE? Otro para ti.
BorrarYo creo que lo entendiste a la primera... otra cosa es que disimules, jajjaja
ResponderBorrarJa
BorrarMe das mucho crédito, TORO
El erotismo y la comida se le parecen mucho : )
ResponderBorrarYa lo veo, Gus
Borrar¡Bienvenido!
Bueno, alrededor de los lácteos se tejen tantas fantasías sensuales. Un abrazo. Carlos
ResponderBorrarLa imaginación es infinita, Carlos. Otro para ti.
BorrarNo sé si Marcos lo hizo con toda intención pero de que se ha divertido, no tengo duda.
ResponderBorrarCambiaste la url¿
Tampoco tengo duda, Verónica. Lo cambié al final del año pasado.
Borrar