— ¿Lo has hablado con tu madre?
— ¡No!, ¿cómo podría?
— De la misma forma que lo has hecho conmigo
— No quiero, no me atrevo, pensará que soy indigna de pertenecer a su familia
— Liz, ¿eres consciente que en algún momento se dará cuenta?
— ¡Sí!, solo necesito tu ayuda
— ¿Cómo puedo ayudarte?
— Cuando le dije me respondió que a él no iba a cargarle el muertito, que buscara a otro imbécil para eso; y que es mi culpa por no cuidarme, también me dijo que seguro ni siquiera yo sabía de quién es
— ¿Y te sorprende su respuesta? -se encogió de hombros-
— Hace tres semanas que está desaparecido; y el tiempo sigue corriendo
— Liz, en este momento él es el menor de tus problemas, ¿Cómo puedo ayudarte?, ¿Qué quieres hacer?
— Hablé con Samuel, no le confirmé, solo le dije que tenía sospecha
— ¿Samuel?, ¡Recuérdame, por favor!
— Mi amigo de toda la vida, me pidió que me case con él, esté o no embarazada, dijo que él me hará valer, que él se hará cargo y lo va a querer como si fuera suyo, que nadie tiene que enterarse, que mejor que no lo sepan y así no se burlarán de él por recoger a una mujer usada; y con un hijo de otro, dijo que podremos ser una familia feliz
— ¡Espera!, ¿Qué?, ¿Hablas de tu amigo el machista, el imbécil celoso/posesivo/obsesivo/narcisista/ególatra/manipulador y carente de respeto?
— Lo conociste en un mal momento, tía
— ¡No lo creo! ¿Por qué piensas que necesitas de un hombre para hacerte valer y salir adelante?; ¿y qué diantres significa recogerte? -volvió a encogerse de hombros-
— Son los hombres que me tocan, tía
— ¡No digas estupideces!, son los hombres que tú escoges, dime, ¿cómo puedo ayudarte?
— Acompáñame a la clínica, tía, quiero terminar con el problema; y rogar por un milagro para que en dos meses que me case ya esté embarazada de vuelta, pero con Samuel como padre; y que no se entere nadie de todo esto.
— Liz... ¿quieres interrumpir un embarazo para volver a embarazarte de otro imbécil?, ¿te estás escuchando?
— Es lo que quiero, tía
— Es tu derecho, te acompañaré si es tu deseo...
... a veces siento que como mujeres no damos pasos hacia adelante, todo lo contario. Hoy mi mente no da para un cierre coherente...
¡Para qué cerrar! Dejémoslo en un punto y seguido...
ResponderBorrarAbrazo Maia.
Que así sea, Ernesto. Abrazo
Borrarmientras te leía me acordaba de los argumentos de las telenovelas del siglo pasado que veían las mujeres de mi familia. ¿tanto ha retrocedido el feminismo?
ResponderBorrardos pasos hacia adelante y tres hacia atrás.
Sí, al hablarlo con ella me sucedía lo mismo, pero no puedes meterte en la cabeza de los demás, así sean tu familia e intentar reubicarlos, cada uno aprende a su manera, sea de forma más sencilla o a base de caídas. Espero que no, DRACO.
BorrarPero qué bien escribes bella
ResponderBorrarGracias
Borrar¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? De Jeanette Winterson es la novela que me has recordado con el título de tu entrada.
ResponderBorrar¿Seguimos necesitando a los hombres? Podemos madrear y padrear solas perfectamente. Nos complicamos más de lo necesario. Un abrazuco
Interesante libro, Ester. No, para nada, son una elección, nunca una necesidad. Otro para ti.
BorrarQue historia tan horrenda y qué bien la has (d)escrito, Esta mujer tiene varios problemas, pero el bebé no era uno de ellos. Lo es esa idea dedar importancia a que alguien crea que es o no digna o indigna, lo es esas relaciones enfermizas con hombres tóxicos, lo es creer que abortando va a solucionar algo, lo es no darse cuenta que la vida es libertad, y no echarse los problemas a la mochila y tirar para adelante. Todo eso sí son problemas pero eliminar una vida por muy derecho que sea no es la solución a los mismos.
ResponderBorrarGracias, Joaquín. Tendemos a priorizar lo que no es importante; y poner al final de la fila a nosotros mismos, a veces, ni siquiera figuramos en ella. No, los errores se seguirán repitiendo mientras no cambiemos nuestra propia estructura dañada, a veces la solución está al alcance de la mano pero nos esforzamos en complicarlo todo.
BorrarNo sabes cómo comparto tu opinión, Maia, está sociedad está corrompida junto con su modelo de interpretar las relaciones entre personas de cualquier género.
ResponderBorrarHoy te has puesto muy seria ... también me ha gustado.
Feliz miércoles, a mí me toca ir a Misa a confesarme con mi cura favorita, he visto una cara que me hace pensar en gestos satánicos.
Hoy estaba de luto, bien que mal era mi sobrino, así se empeñen en llamarle "conjunto de células". Gracias, Enrique.
Borrar¡Oh, vaya!, ¿la has visto aquí?, de ser así, lo siento. Disfruta tu descanso
¿Por qué avanzar si puedes retroceder? Porque el ser humano es una contradicción con patas, porque todo lo que escribe JOAQUÍN es absolutamente cierto y porque algunas mujeres - algunos hombres tb, pero menos- suponen que sin un hombre al lado no se sienten seguras, aunque sea lo peor, si bien es cierto que el caso que comentas es para llevar a tu amiga corriendo al psiquiatra, no al ginecólogo ; )
ResponderBorrarEstupenda entrada! Abrazo fuerte!
Jaja, imaginé la contradicción caminando -traía tenis- Le dan más valor a una idea antigua del hombre al que te sometes, cuando bien podría ser tu compañero de ruedo. Sí, debería hacerse ver esa cabecita confusa. Abrazo, María
BorrarCon tu permiso he reblogueado esta publicación tuya de hoy a uno de mis rincones donde guardo las excelencias de la Red.
ResponderBorrarTuya, Enrique, un placer.
Borrarhttps://blogger4deenrique.blogspot.com/2023/11/por-que-avanzar-cuando-puedes.html
ResponderBorrarQue idea tan buena
BorrarGracias, a ambos
BorrarMe ha impresionado lo de mujer usada, lo de recogerte... que alguien le ofrezca ese "apoyo" a una mujer pero lo haga con esas expresiones tan antiguas, tan poco halagadoras.
ResponderBorrarNo creo que las mujeres en general estéis retrocediendo. Habrá de todo. Y a tu amiga la habrán pillado en un mal momento. O vete a saber si ella piensa siempre así. Desde luego no veo ni una decisión aconsejable en todo lo que expone. Saludos
Asusta más que alguien acepte ese trato, Sergio. Ella tuvo una educación primaria muy restringida, como en una burbuja llena de prejuicios y religión, pero el tiempo parece que no hizo gran cambio en ella. Saludos.
BorrarCreo que antes de una medida tan extrema para solucionar lo que ella piensa es un problema, debe mejorar su autoestima y eso será la base para no "solucionar" algo cometiendo errores. Antes de avanzar, también es bueno detenerse a pensar.
ResponderBorrarBesos dulces Maia.
Sintió que no le quedaba mucho tiempo para pensar y prefirió actuar, espero que se de cuenta que la solución no es hacer otro hoyo para cubrir el anterior.
BorrarDramático. Supe de un caso similar que terminó tan mal que hasta me apena recordarlo... Me encantó. Lo narraste impecablemente, amiga.
ResponderBorrarAbrazo hasta allá.
Dramático. Supe de un caso similar que terminó tan mal que hasta me apena recordarlo... Me encantó. Lo narraste impecablemente, amiga.
ResponderBorrarAbrazo hasta allá.
Si mal inician, no se yo cómo terminen. Otro para ti.
BorrarJajaja, Ese tipo debe estar chalado si piensa unir su vida a una mujer tan inestable y encima tener descendencia con ella.
ResponderBorrar¿Crees que él no lo es?, porque tiene un comportamiento errático y abusivo.
BorrarNada de preocupación por el cierre del relato. ¿Tienen que cerrarse los relatos cuando la vida sigue?
ResponderBorrarSupongo que no, Fackel
BorrarJo...
ResponderBorrarNo hay más ciego que el que no quiere ver...
Besos.
Justo eso, TORO. Otro para ti.
BorrarEs el eterno problema de la autoestima baja. El sentirme menos frente a los demás y, así, ella siempre elegirá personas que no la valoren y que al contrario la menosprecien. La única forma de salir de ese círculo de manipulación y de ofensas es: a través de una buena terapia.
ResponderBorrarAbrazos Maia
Sí, todo radica en eso, la autoestima, Tatiana. Y el deseo de hacerlo. Otro para ti.
BorrarEl machismo sigue vive y coleando. Y no porque los hombres aún sean de tal talante, en estos tiempos que uno cree que se han superado, sino porque las mujeres lo cohonestan como bien se observa en tu bien hilado relato. Un abrazo desde Colombia. Carlos
ResponderBorrar"cohonestan" palabra nueva que he aprendido y la cual te agradezco. El machismo no es exclusivo de los hombres, considero que mayormente se da en las mujeres, -en algunas- Gracias, Carlos. Otro para ti.
BorrarEs ficción, pero al mismo tiempo no lo es. Eso lo vuelve aún peor y más doloroso.
ResponderBorrarSaludos,
J.
No lo es; y tan común, J. Saludos
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