domingo, 16 de julio de 2023

Siempre hay una primera vez

Era domingo por la mañana, mi madre y mis hermanos se preparaban para ir a misa de siete; yo no quería ir y fingí estar enferma; y tanto, que realmente sentí  ponerme mal. Estaba segura que de asistir a misa quitaría horas a mi día y no terminaría mis cosas. Hacer la tarea que dejé pendiente el viernes, visitar a la abuela y platicar con mi tía; y aunque mi día empezaría alrededor de las diez, en mi loca cabeza no me daban las cuentas para ir a misa. Recién se fue mi madre y hermanos y ya me sentía culpable.

Esa culpa continuó el lunes al regresar de la escuela, termine mis deberes y me dispuse a jugar cuando sentí un estrujón extraño en el bajo vientre, luego de eso un ardor y humedad desconocida, observe y de mis piernas descendían unos hilillos rojos, me quedé paralizada, sentí vergüenza, temor, desconcierto, corrí al baño y ahí me pasé horas escondida y sin saber lo que me estaba ocurriendo.

Al verme mi madre exclamó -¡No puede ser!, solo tienes ocho años, seguro es un castigo divino por no asistir a misa, ahora ya eres una mujer sucia-. ¿Mujer?, pero si solo tenía ocho años... siete días me mantuvo aislada, evitando todo contacto, incluído el de mi familia 

Lo habló con el sacerdote, la catequista y entre los tres decidieron que debía adelantar mi primera comunión para alejar a los demonios y los malos pensamientos de mi cabeza. Tomé clases de catecismo por seis horas, los siete días de la semana haciendo un total de tres meses; y al final estaba lista para recibir el cuerpo de cristo.

- ¿Qué hiciste?, ¿por qué te adelantaron dos años?, No supe qué responder a mis amigos, tampoco obtuve respuestas de, ¿Por qué a mí?, ¿Qué hice mal?, Mi madre no se sentó conmigo a explicarme los cambios que me estaban ocurriendo, que serían permanentes, por qué de la noche a la mañana me convertí en una mujer sucia, de dónde venía esa suciedad, tampoco me dijo lo del día catorce y todo lo que implica ser mujer... ¿Y la culpo?, Cómo hacerlo si su comportamiento es por la educación (cerrada, donde todo es pecado) que ella también recibió.

Después de eso; y pasados los años me di cuenta que los cambios asustan, pero son necesarios para aprender el recorrer de la vida.

14 comentarios:

  1. Los cambios pueden parecer aterradores. Gran parte de los terrores nocturnos de los niños están relacionados con crecer. En tu caso tu herencia biológica mediterránea hizo que fueras precoz, la misma herencia que en lo cultural te hizo estar sola. No tengo hijas, solo chicos pero estoy seguro de que hoy día ia las cosas don diferentes

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    1. Lo sin, Joaquín, muy diferentes y me gusta que lo sean. He escuchado decir "Los tiempos pasados fueron mejores", cada época tiene lo suyo pero me gusta toda la apertura actual, la información, la libertad de ser, decidir, lo que antes no se podía. Estoy segura que de haber tenido hijas estarías allí, apoyando su desarrollo tanto físico, como emocional.

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  2. Absoluta y afortunadamente diferentes, puedo ratificarlo.

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  3. Pobre Maia, que mal lo pasaste, bueno, tú y muchas más por esa obligada creencia religiosa que inundó nuestras vidas en mucho, muchos años a los que yo tuve la suerte de no tener que soportar. Los cambios asustan, claro, pero es cierto, son muy necesarios.
    Un abrazo, Maia y mucho ánimo.

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    1. Sí, la religión es como un ancla que lo único que te permite es respirar un poco la superficie. Otro para ti, Enrique.

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  4. Que tiempos Maia cuando no nos contaban nada, ni habábamos con las madres . Lo viví con 12 años, no fue tan tremendo como tu lo cuentas. Pero solo me dijeron que era el periodo y lo tendría todos los meses. Esa fue toda la explicación que me dieron.
    Tenemos dos hijos y desde pequeños nos hemos preocupado de informarles en casa y así poder enfrentarse a lo que les surgiera.
    Buen domingo.
    Un abrazo.

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    1. El cómo lo manejaste con tus hijos es la evidencia de esos cambios, Laura; y que bien que se hayan sucedido. Otro para ti.

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  5. Los cambios asustan, es cierto, pero ayuda a superarlos si tenemos la compañía de gente un tanto más empática. Cosa que tampoco me sucedió a mí.

    Saludos,
    J.

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    1. No sé por qué había (aún la hay) tanta restricción y falta de información, qué necesidad de tanto control. Saludos, J.

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  6. Eran otros tiempos, donde la ignorancia, o las costumbres arraigadas y retrogradas primaban en la educación, mala por cierto y se justificaban cosas tan naturales como lo que expones con castigos divinos o pecados. Pero ya ves, era algo natural muy lejos de los diabólico. Lo primordial es ser abiertos con los hijos en explicarles cambios normales en el proceso de crecimiento.

    Besos dulces Maia y dulce semana.

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    1. La educación cerrada; y el miedo a los castigos divinos son un cóctel nada atractivo, DUICE. Otro para ti.

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  7. Que terrible ese pensamiento clerical, que sólo daba culpas, acusaciones y temores.

    Me gusta tu pensamiento sobre los cambios. Besos.

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  8. mientras leía parecía que estaba leyendo "carrie", de stephen king. hace unos años atrás, antes de la pandemia me leí de corrido desde el génesis hasta los salmos y ahí todo lo relacionado con la sangre o es malo o es especial. lo que cierta gente muy religiosa no comprende es que todo eso pertenece al pasado de culturas milenarias que ya no existen y que las civilizaciones evolucionan en su forma de pensar.

    actualmente la sangre ha perdido todo simbolismo mágico y es tan sólo un fluido que es parte del cuerpo humano que sólo interesa a la ciencia médica.

    lamento por lo que has pasado, pero así era antes en algunas familias muy religiosas.

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Susúrrame al oído, que mi corazón te escucha