lunes, 11 de diciembre de 2023

Mujeres

*🎼 🎶*


Ella es un ser con el poder de desobedecer, manipular, seducir; y engañar, tiene la capacidad -como los hombres- de libre albedrío, pero sucumbe a los deseos de la bestia. Su instinto predador la obliga a ser ambiciosa, egoísta e infiel — Madre, pero tú eres mujer — Pero yo no soy así, mis hijas tampoco — Madre, no seduces a quien no se deja seducir — Ellos son hombres, hija, la mujer los hace pecar. Te contaré...

Cierta noche, el diablo llegó por una de sus víctimas, quiso jugar con él y darle ventaja; y le ofreció una única oportunidad de vida "Si logras engañarme -dijo al hombre-, te dejaré vivir por siempre, de lo contrario arderás eternamente en el báratro, te daré tiempo hasta mañana para que pienses cómo hacerlo" -y antes de desaparecer soltó una sonora carcajada que erizó hasta lo más íntimo del hombre-

Al día siguiente, el hombre seguía tan asustado y sin encontrar alguna solución, llorando se abrazó al regazo de su mujer y le confesó lo que había sucedido -omitiendo el pecado- y como consecuencia la visita del diablo. La mujer se compadeció de su marido maltratador y embustero y le dijo. 

—Te diré lo que vas a hacer, esta noche, cuando llegue el diablo, le dirás que tiene que adivinar lo que hay en esa esquina -y señaló hacia la izquierda
— ¡Pero mujer, no hay nada en esa esquina!
— ¡Confía en mí!

El hombre dudo de su mujer, después de todo, era solo una mujer; y él se estaba jugando no solo su vida, toda su eternidad. Llegó la noche y sin una idea de la cual asirse, cuando el diablo lo visitó esa noche llegó seguro e imponente ante el hombre.

— Me iré contigo si logras adivinar lo que hay en esa esquina -y señaló la esquina que su mujer le había indicado-. El diablo se esforzó y después de una hora en la que sus intentos de descubrir lo que allí había fallaron, le dijo — ¡Has ganado!.

El hombre se sintió feliz y complacido, cuando el diablo le preguntó qué había allí, el hombre no supo responder, encendió la luz y pudieron distinguir una bola negra, pero no supieron qué había debajo, en un momento la bola se empezó a mover y de entre toda esa mata de larguísimo cabello salió serena su mujer. 

El diablo inclinó la cabeza y aceptó humillado su derrota, el hombre no entendía y preguntó por qué, el diablo respondió que la mujer es una maraña de enredos, engaños y mentiras; y todo está en su cabeza y de lo que de ella brota -su cabello-; y es por eso que en la mujer no puedes confiar. Por lo mismo, las mujeres no hacen amigas, porque hasta entre ellas se destruyen, ¡Ah, pero qué bien saben! -concluyó el diablo antes de marcharse-.

A golpe de repetición constante, por años creí -débilmente- que lo que decía mi madre era una doctrina honesta, después de todo, ¿por qué me engañaría?; y en algún momento llegué a acallar esa vocecilla que gritaba a pulmón abierto que todo era una forma de sometimiento y obediencia para no hacer sentir menos a los hombres...

Este fin de semana -como cada año- se organizó en casa la posadita navideña con las amistades más cercanas, 

— ¿Por qué solo ocho?, preguntó, Sarita
— Sarita, porque el comedor solo tiene ocho sillas, Sara, Marce, Milli, Nani, Saraí, Sandra, Cinthia, Maia
— Podríamos, rentar más sillas, Maia
— Podríamos, pero no lo haremos, Sarita. Son reuniones íntimas en las que hablamos sin reservas; y preguntamos de igual manera, no queremos miradas desconocidas ¿no? -Sarita negó rotunda-

Sarita confesó... y así, cada una de las chicas; yo me mantuve a distancia, más que nada por agotamiento físico -había trabajado todo el fin de semana, aparte, tuve que cocinar porque nadie sabe -o eso dicen-

— Y tú, Maia ¿cuándo vas a contarnos de las sesiones con Marcos?
— No lo haré, es trabajo, Marce
— Ya, pero, ¿Acaso no sientes cuando tocas de un cliente su miembro? 
— Ja, lo dices como si trabajara en un prostíbulo; y uso guantes, Marce
— Sí, también los preservativos lo son, pero aún así se siente
— Buen punto, pero no es lo mismo, el roce es limitado
— ¿Te gusta lo que haces?
— Por supuesto, ¿qué sentido tendría hacerlo si no me gustase?
— ¿Qué sientes?
— Satisfacción, lo hago bien, a mujeres y hombres, Marce
— ¿Es diferente?
— ¡Sí, claro!, las mujeres quieren todo en una sesión, los hombres no, ellos van al paso, una cosa a la vez, como sus pensamientos
— Confieso que estoy celosa, Maia, Marcos aun vive en casa y llega radiante después de las sesiones
— No deberías, no de mí, Marce; yo solo hago mi trabajo -Sarita intervino, quizás mediando-
— Ha de ser más sencilla la depilación láser en los hombres, ellos ya tienen su manguito
— ¡Ay, Sara!...
— ¿Y te cuentan sus cosas, Maia?
— Sí, Sarita, se muestran pudorosos pero cuando sienten la confianza empieza la camaradería, a veces sonrío y pienso ¿se acordarán que soy mujer a la que le están contando todo esto?. 

Luego pienso... si mi madre me viera -o me escuchara- ...

35 comentarios:

  1. hay personas que piensan que ciertos trabajos son tan agradables y placenteros que uno lo hace con gusto; pero la rutina y la obligación de hacerlo, mata el encanto y termina siendo al final lo que es, un simple trabajo.

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    1. Hasta ahorita no ha sucedido, DRACO, quizás en ese momento haya que cuestionar seguir o buscar por otro lado.

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  2. Del paso de machismo de nivel extremo a la situación actual hay pasos de gigantas, desde luego. Y además ese machismo que viene desde dentro, desde las propias mujeres, el más sangrante. Aunque no creo que tu madre tuviera más mala intención que enseñar lo que le habían enseñado.
    Sobre la parte divertida de las sesiones con Marcos creo que no piensan que seas mujer. La confianza es olvidarse precisamente de eso.

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    1. No, no la había, era educación impuesta, afianzada por su padre y reforzada por su marido; y era lo que conocía, algo normal y cotidiano, pero no creas, el mismo padre que le enseñaba de obediencia a los hombres la impulsó a trabajar y ser independiente , pero siempre con un hombre delante (el mismo hombre por el resto de su vida).
      Ahora lo comprendo, Sergio.

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  3. Me ha gustado ese primer párrafo, he oído historias similares de engaños al Diablo, será que se le puede engañar? Aunque tiene algo de razón en lo que dice, pero no culpemos de todo a la mujer, que si nos piden podemos, canta Arjona. En cuanto a la posadita, todas muy juntitas, Sarita siempre cuestionándolo todo y Marce con sus celos, aunque me cuesta entender eso de no seguir con alguien y de que siga en casa. Me hizo gracia lo del manguito jajaja Ay! esa vocecilla, seguro que Don Diablo sabe de ella ;) Buena selección de canciones de películas, pudiste poner algo satánico ja

    Besos dulces Maia

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    1. No tengo idea, ni siquiera de que exista, pero era cuento, no de antes de dormir, al levantarse. Buscaré lo que dijo, Arjona. No creas, la mesa es amplia, tiene su truco la fotografía para hacerla desde cerca. Bueno, recuerda a Ninna, es motivo suficiente para ir al paso en lo que quieren. Sarita es muy espontánea. Es la selección que escuchaba mientras escribía y generalmente es la que comparto, aunque anda por ahí alguna de fantasmas, alguna relación podría tener, ¿no?

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  4. Me encantó. Me recordó una frase de un sutra: Es más facil agarrar el viento con la mano que siquiera imaginar lo que hay en la cabeza de una mujer. Por eso las respeto...
    Abrazo hasta allá.

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    1. Me gusta la frase, Carlos, aunque no creo sea ran difícil, más bien es dedicado.

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  5. Al margen de la frase que "recogió" Perrotti, me dejas sorprendido por tu (todos ellos), lo cual, a fuerza de repetirlo va a parecer poco iontenso, pero no lo es. ¿Para cuando tu novela?.
    Feliz noche, Maia.

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    1. Me has hecho sonreír, Enrique. La novela quizás en la otra vida -si la hay-. Felíz noche, Enrique.

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  6. Somos tan sencillas que parecemos complejas ante la mirada de quienes creen tener la razón. Muy buena historia. Un abrazo

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  7. Es un cuento desconcertante. Me gusta los cuentos de engañar al diablo, son un género en si mismo pero este no deja bien a las mujeres. La velada entre mujeres me parece un marco genial para contar confidencias, pero hay algo morboso en la pregunta de Marce y sobretodo en su insistencia, me gusta más la inocencia (a si manera) de Sara. Lo de trabajar en algo que te guste sin duda es lo ideal y la vida debería aspirar a realizar los ideales en que creemos. a mi me gusta mi trabajo porque no hay dos historias iguales ni dos días identicos. Un abrazo Maia.

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    1. No, no lo hace, Joaquín. Esa velada se extendió hasta el día siguiente, hubo de todo tipo de confesiones, el margen era amplio. Sara es como una niña grande, adoptada por todas, sus ocurrencias son únicas. Justo eso, Joaquín. Un abrazo.

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  8. Tu madre, por lo que contás, creía seriamente en el estereotipo de la muje fatal, que manipula a incautos.
    Está bien el cuento antigüo. Pero lo interpreto distinto, el de una mujer que usa su astucia, para salvar a su esposo de algo extremadamente indeseable.

    Está claro que tenés amigas, lo que refuta a esa historia.
    Ya nos damos una idea de como sos vos, lo que contás de Marce y de Sarita. Me queda la intriga de como son las otras cinco.
    Besos.

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    1. Mi madre creía en la obediencia ciega hacia los hombres pero inconscientemente ponía en su mente su intención, al final creían -mi padre o hermanos- que eran sus ideas.
      Las otras cinco son un desastre, Demiurgo; ya contaré algo más de esa velada; y de otras. Otro para ti.

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  9. De generación en generación la vida cambia mucho.

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  10. Cuando dos mujeres hablan, el diablo mira, escucha y aprende. Dios santo, y en esa velada había ocho. Demasiado incluso para el diablo.

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    1. Ja
      Debería decirte que exageras pero no, se pone loca la situación, Cabrónidas.

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  11. jaja tu madre es demasiado extrema y hasta te diría una versión femenina del machismo más arraigado, pero a parte de eso, creo que en honor a la verdad y haciendo autocrítica, es cierto que somos mucho más sibilinas y desde luego nuestra peores enemigas casi nunca están en el otro género, las tenemos en casa, me refiero que a parte de los maltratadores obviamente, es cierto que la peor enemiga de una mujer, suele ser otra y aunque no se puede generalizar, tb es cierto que emocionalmente somos bastante más complejas que ellos… ¿ así que eres esteticista? Jaja todas las que conozco disfrutan muchísimo en su trabajo, creo que es el ambiente delicado y relajante en el que trabajáis, muy propicio para las confidencias, supongo que porque ahí todo el mundo está en vuestras manos : ) Un beso MAIA y gracias por estos ratitos tan cómplices : )

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  12. Es así, María .
    Ja, yo venía en la capacitación del uso de la máquina, hay una historia divertida detrás de eso.
    Se crea un ambiente, sí, cómodo para ambos.
    Un beso, María.

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  13. Maia, ¿tú crees que el diablo peludo acudirá algún día a la consulta a hacerse una depilación láser? :))

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    1. ¿Qué tan peludo?, eso sería un verdadero reto, me hiciste reir.

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  14. muy bueno los dos cuentos, ya que son dos cuentos, o no?
    el primero dice una gran verdad, que incluso mi señora dice trabajar con mujeres es complicado, en cambio con hombres se arregla todo de inmediato se soluciona y se sigue avanzado, la mujer se queda pegada en el hombre
    Con el segundo cuento, muy bueno, las confidencias de las profesiones, más aún si se realizan trabajan bien intimos...
    saludos

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    1. Sí, una mirada al paso del tiempo, Carlos.
      Depende, Carlos, hay hombres que son pura testosterona y es difícil trabajar con ellos, no entienden su lugar y todo lo cuestionan.
      Las confidencias en todos lados, si inspiras confianza. Saludos

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  15. Me hiciste recordar a mi madre y sus historias con tintes similares. Es curioso observar el machismo como ha ido cediendo terreno, pero todavía existe.
    Y el segundo relato, demuestra que eres una profesional que realizas tu trabajo con mucha dedicación y tu madre, bueno, diría que los tiempos han cambiado mucho, pero mucho.
    Besos Maia

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    1. Y todavía es fuerte en algunos lugares. Gracias, Tatiana. Otro para ti.

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  16. Dos relatos juntos pero no revueltos. La manera de narrar lo de la madre es antológica.te felicito. Recuerda un texto clásico.

    El otro texto, conversación a dos voces, posee la frescura de la sempiterna confidencia entre mujeres que tanto nos siguen sorprendiendo al los hombres. Muy logrado, y si tu madre te escuchara...

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    1. Así es, Fackel. Salido de una constante repetición de lo mismo. Teníamos un grupo de whatsapp de mujeres y solo un hombre, "chicas, esto", "yo también, no me olviden", al principio no entendía y se le tenía que explicar punto por punto, luego todo fluyó con naturalidad en él; y tan bien le fue en la comprensión hacia las mujeres que mira, se casó y tiene dos niñas y su vida familiar está perfecta, se les ve eternos.

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  17. Esas madres de hace años. hoy pensanos de otra manera.

    No son tomatitos cherry Maia, y me hizo gracia tu pregunta. Son las bayas del árbol de navidad.
    Buen fin de semana.
    Un abrazo .

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  18. Afortunadamente, Tatiana
    Vaya, parecían tomatitos cherry; y tanto, que fui al súper a comprarlos y preparé una ensalada, espero que esas bayas no sean venenosas. Otro para ti.

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  19. Que estés disfrutando de la Navidad aún. Yo paso a dejarte besos navideños y mimos para Gurrumino.

    Besos dulces navideños Maia 🎄

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    1. Gracias, DUICE, ¿los besos navideños son sabor manzana-canela?. Gurrumino también te agradece.

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    2. Si ese sabor te apetece, así son para ti. Te dejo más para saborear.

      Besos dulces de manzana-canela

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Susúrrame al oído, que mi corazón te escucha