Caminaba por el parque cuando vio a un perro viejo y regordete, parecía agotado, dejó que se acercara y examinó su collar, su barriga abultada, definitivamente estaba bien alimentado, pensó que quizás se había extraviado. Lo llamó que lo siguiera; y caminando lado a lado salieron del parque hacia su casa.
Al entrar en su vivienda el perro la recorrió sin mucha curiosidad, pero al ver un mullido y cómodo sofá se subió y ahí se quedó durmiendo alrededor de una hora, luego se levantó, se dirigió a la puerta de salida y empezó a arañar el marco. Él extraño se acercó a abrir la puerta y vio al perro alejarse, cuando estaba a punto de perderse en una curva, el perro volteó, se quedó mirándolo, agitó su cola y continuó su camino.
Ahora cada tarde el perro llega, rasga la puerta, entra y va a dormir al sofá. El hombre sintió mucha curiosidad, colocó una nota en el collar del perro: “Tu perro ha estado durmiendo la siesta en mi casa todos los días”. Al día siguiente, el perro llegó con otra nota en su collar: “Vive en una casa con cuatro niños; está tratando de recuperar el sueño. ¿Puedo ir con él mañana?
Créditos a su autor.
Al leer esta publicación recordé cuando Gurrumino me adoptó. Iba caminando por el mercadillo navideño, me encontré a unos conocidos que lo llevaban cargado, Gurrumino empezó a darme lamiditas y se empujaba hacía mí, lo cargué y de inmediato se enroscó en mi brazo y no volvió a soltarse. Fue sencillo el trueque, Gurrumino quería venir conmigo y ellos no tenían gran interés en quedarselo, unas crepas de frutillas y cajeta; y chocolate caliente fueron suficiente pago para ellos y una gran alegría para mí.
— Maia, no sé cómo ayudar a Titi a salir de este bache
— Dale tiempo, es reciente su pérdida
— No quiero que se hunda; ya han pasado semanas
— Habla con ella, quizás quiera adoptar un perrito
— Se lo preguntaré, luego te llamo, Maia
Horas después, Marcos me visitó y me comentó que su hermana si quería adoptar pero más adelante. ¿Qué entendemos por "más adelante"?, claramente no lo mismo que, Marcos que de inmediato se puso a buscar en redes sociales perritos en adopción. Titi fue muy clara en sus indicaciones, quería adoptar, no comprar, le pidió a, Marcos que llegado el momento saliera a la calle y si en su trayecto lo seguía un perrito lo llevara a casa, con ella.
Marcos empezó a buscar en las redes sociales, Samoyedo, Mastín, Gran danés, algunos en adopción, todos con la característica de ser grandes, muy grandes.
— Marcos, no puedes llevar a tu hermana un perro tan grande, la va a tirar
— Pero son tranquilos , Maia
— Pero no podrá con uno así, busca uno pequeño, pero, Marcos, te dijo que "más adelante"
Dejó la búsqueda de lado y empezamos a charlar, en algún momento recibió un mensaje con foto. Un pequeño bebé shitzu buscaba un hogar solvente, el cachorrito de dos meses nació con problemas de salud y necesitaba a alguien que pudiera recibirlo y brindarle la atención médica y cirugía que requería para recuperarse
Y son esas situaciones que no te permiten quedar estática. Concertamos cita y fuimos por el cachorro, en el trayecto compramos el paquete de quince kilos de alimento raza pequeña que nos solicitó la persona como trueque.
Él pequeño hizo lo mismo que, Gurrumino, se enredó en mi brazo y ya no quiso soltarse, desde entonces lo ha estado atendiendo, Sarai; y al cumplir su esquema de vacunación entró a cirugía ambulatoria y se ha recuperado estupendamente.
Titi ha seguido su evolución y está lista para recibirlo... Pero yo no estoy segura de dejarlo ir, Doñito se ha vuelto parte escencial de mi familia, gran dilema, quiero apoyar a Titi, pero no quiero desmembrar mi pequeña familia.
Empieza a sentirse el frío, hay mantas en el sofá; y en la mesita de arrimo chocolate, café, té y galletitas.
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